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Los latinos que facilitan tu movilidad por la ciudad a través del transporte público

Durante este Mes de la Herencia Hispana te presentamos algunos de los latinos que se encuentran trabajando en la MBTA.

Durante este Mes de la Herencia Hispana te presentamos algunos de los latinos que se encuentran trabajando en la MBTA. Foto: Freepik.

El sistema de transporte público de Massachusetts, la MBTA, es una línea de vida para miles de residentes que dependen de él para ir al trabajo, a la escuela y a todos los lugares intermedios.

Pero detrás de las escenas, asegurando que todo funcione, hay un grupo dedicado de profesionales cuyos esfuerzos a menudo pasan desapercibidos. Entre ellos, se encuentran latinos cuyas contribuciones son cruciales para mantener la ciudad en movimiento.

Durante este Mes de la Herencia Hispana aprovechamos de presentarte a ALGUNOS de ellos.

Detrás de los autobuses

Mientras los autobuses de Massachusetts comienzan su rutina diaria, transportando a miles de personas por las ciudades, Ashli Molina, subdirectora de tecnología, monitorea una pantalla llena de datos en tiempo real como la ubicación de los autobuses, los tiempos de llegada e incluso cuántos pasajeros están a bordo.

Su misión va más allá de lo técnico; es personal. Nacida en Miami de padres inmigrantes nicaragüenses y criada en una comunidad donde el transporte público era esencial, Molina lleva consigo una pasión por mejorar la vida urbana, una pasión que la llevó a Boston y, finalmente, a la MBTA.

«Mi trabajo es asegurarme de que la tecnología funcione para las personas que la utilizan”, compartió la subdirectora con El Planeta.

El equipo de Molina garantiza que las operaciones de los autobuses tengan información precisa y en tiempo real que no vela por las operaciones diarias, sino también para mejorar la fiabilidad general del servicio, una necesidad crítica en muchas de las comunidades latinas de Boston.

Vecindarios como Lynn, Chelsea y Revere, que tienen algunas de las poblaciones latinas más grandes del estado, dependen en gran medida de rutas de autobuses que a menudo son infrecuentes y poco fiables. «Estos problemas le cuestan mucho tiempo a las personas, y en algunos casos, el autobús es todo lo que tienen”, señaló Molina. «Así como tenemos el derecho de abogar por mejorar el transporte también tenemos que abogar por mejores aceras, calles más seguras y espacios públicos que reflejen nuestras culturas. Estas calles también nos pertenecen”, expresó Molina como mensaje para la comunidad latina.

La historia de Glennda Campbell, coordinadora senior del Programa de Monitoreo de Acceso Interno en la MBTA, es tan inspiradora como cercana. Nacida en Miami, hija de padres nicaragüenses, Campbell llegó hace más de cinco años a Boston con poco en el bolsillo y comenzando como empleada de una heladería.

«Mi rol es como improvisación, esto es teatro”, reflexionó y explicó cómo este rol le permitió conectar con la comunidad y construir relaciones.

«Estamos capacitados para entender cómo debería ser la asistencia adecuada para personas con discapacidades”, agregó. Su trabajo va más allá de simplemente observar; ella y su equipo documentan problemas, preparan informes y se aseguran de que los operadores de autobuses sean disciplinados y se encuentren entrenados.

Campbell está comprometida a hacer de Boston un lugar más acogedor para todos, especialmente para la comunidad latina.

Detrás de los autobuses también se encuentra José Mota como inspector. Es hijo de un padre dominicano y una madre salvadoreña. Llegó a la MBTA como operador de autobuses.

«Un inspector se encuentra en la primera línea. Resolvemos conflictos entre pasajeros y conductores en el momento, asegurándonos de que los problemas no tengan que escalar a la gerencia superior», comunicó Mota.

El papel de Mota es clave para la comunidad latina de Boston. «Muchas personas me conocen y, al hablar español, se sienten cómodos viniendo a mí». Su habilidad para comunicarse en español le permite ayudar a quienes no hablan inglés, mejorando su experiencia en el transporte público.

Detrás de las Líneas del T

Adrian Santiago, despachador de la línea de tránsito rápido (RTL), nació y creció en Boston en el vecindario de Dorchester, en el seno de una familia puertorriqueña, con raíces en Ponce y Bayamón. «Me gusta llamarme boriamericano», comentó reflejando su identidad bicultural.

Desde hace 18 años, tras la pérdida de sus padres,  trabaja en la MBTA. Comenzando como encargado de las vías férreas de la Línea Azul, pasó a ser un operador de tren de la Línea Roja y ahora se encarga de enviar trabajadores y vehículos de servicio para hacer instalaciones, servicio de llamadas, o reparaciones de emergencia.

«Siempre quise ser despachador. Escucharlos en la radio, ayudando a la gente, me inspira”, le comentó a El Planeta con mucho orgullo.

Como despachador, el día a día de Santiago es una serie constante de «apagar pequeños incendios», como él lo describe. Desde solucionar problemas con las puertas de un tren hasta coordinar emergencias médicas, su trabajo es garantizar que todo funcione sin problemas en cada línea de la MBTA.

Su rol también implica un aspecto de servicio comunitario, donde, aunque su español no es perfecto, se esfuerza por ayudar a los pasajeros que solo hablan español a navegar el sistema de transporte y llegar a sus destinos.

«Hay una barrera del idioma, y trato de ayudar a superarla, ya sea hablando un poco de spanglish o utilizando Google Translate», comentó e instó a la comunidad hispanohablante a abogar por mayor acceso del idioma en el sistema de transporte.

Barbara Reyes, despachadora de RTL en la MBTA, nació en el Bronx, Nueva York, en una familia puertorriqueña, con raíces en Ponce.

Decidida a forjar su propio camino, Reyes se mudó sola a Boston a los 19 años para asistir a Fisher College, donde se graduó con un título de asociado en estudios paralegales.

Sin embargo, como muchos graduados, se enfrentó a la presión de pagar sus préstamos estudiantiles, lo que la llevó a trabajar en el Servicio Postal de los Estados Unidos. Según Reyes, aunque fue una buena decisión financiera que le permitió comprar su primera casa a los 29 años sabía que necesitaba un cambio de carrera.

Desde entonces, Reyes ha desempeñado varios roles en la MBTA antes de convertirse en despachadora de RTL, un puesto que le permite estar en el corazón de las operaciones diarias. «Como despachadora de RTL, ayudo a todos en el campo, desde agentes de servicio al cliente hasta pasajeros que necesitan asistencia», explicó. Su trabajo implica coordinar recursos, responder a emergencias médicas y asegurarse de que los pasajeros reciban la ayuda que necesitan. «Básicamente, somos como el conector de todo lo que sucede allá afuera”.

Sin embargo, Barbara también reconoce los desafíos que enfrentan los pasajeros, especialmente en medio de los cambios y proyectos de construcción que actualmente enfrenta el MBTA. «Es difícil, porque la MBTA está pasando por muchas reformas, y eso puede ser un reto para quienes dependen del transporte público”, señaló. A pesar de estas dificultades, Reyes sigue comprometida con su trabajo y con la comunidad a la que sirve.

Estas historias buscan ser un ejemplo del compromiso y la dedicación de los latinos que trabajan detrás de las escenas en la MBTA, asegurando que cada ciudadano pueda llegar a su destino de manera segura y eficiente.

Si deseas contar tu historia contáctanos por elplaneta.com o envíanos un correo a rosanna@elplaneta.com.

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