El próximo 23 de junio se presentará la exposición “Siete Estrellas” en el Mosesian Art Center, una galería ubicada en Watertown que celebrará la diversidad y la vibrante cultura de Venezuela.
Siete artistas plásticos presentarán a través de sus obras una perspectiva única y profundamente personal de su país natal, capturando la esencia de Venezuela en toda su complejidad y belleza.
Los artistas, con sus estilos distintivos y técnicas innovadoras relatan la historia, las personas y los lugares que conforman el alma de Venezuela.
Sus obras no solo se destacan por su calidad estética, sino también por su profundo compromiso con su país.
Siete maestros te presentan el arte plástico con un estilo venezolano
Franklin Marval:
Emigrar no es una tarea fácil y para Franklin Marval no fue la excepción. Cuando llegó a Boston se dedicó a escuchar historias de la comunidad, para poder enriquecerse de su nuevo entorno.
A medida que pasaba el tiempo, comenzó a compartir sus recuerdos de crecer y vivir en Venezuela, especialmente durante las actividades multiculturales en la escuela de sus hijos.
“Representar a la comunidad latina en Boston y traer la cultura venezolana ha sido muy gratificante. Me ha permitido mantener viva mi herencia cultural y contribuir a la diversidad de esta vibrante ciudad”, dijo Marval.
A través de su arte refleja cada conversación que abría una ventana a su tierra natal, revelando la riqueza de su cultura y los desafíos que se enfrenta en la actualidad. Durante su proceso artístico una ola de nostalgia lo envolvía, trayendo a su mente los aromas, colores y sonidos de su infancia.
Eduardo Molina:
A través de sus piezas, intenta capturar y transmitir la rica iconografía que identifica a los venezolanos, un lenguaje visual que habla de su historia, sus tradiciones y esperanzas. Cada trazo y cada color en sus obras buscan evocar la belleza de los paisajes, la espiritualidad de las festividades y la resiliencia de Venezuela.
“Mi lenguaje plástico une un entramado que hace referencia a la conexión que existe entre todos los elementos del universo. Trama que también es memoria, raíz y vivencia de un país que llevamos dentro”, dijo Molina.
Carlos Ponce:
Es un artista-activista venezolano que se le ha impedido volver a su país natal. Emigró en el 2003 en búsqueda de una mejor calidad de vida ya que fue víctima de la persecución política de Venezuela.
Ponce, tiene su estudio cerca del mar en Cape Cod. Suele pintar al aire libre junto al océano, incorporando a su obra elementos naturales como arena, agua marina, berberechos y caparazones de cangrejos.
«La inspiración de diferentes poetas y la música proporcionan el alma de cada cuadro, reflejando los cambios estacionales y las vistas desde la playa. Cada cuadro refleja los estados de ánimo, el entorno y diferentes experiencias holísticas en una interacción entre los elementos y la tierra», compartió Ponce.
Liliana Márquez:
Nació en Caracas y lleva consigo el alma de su país en cada paso que da. Aunque reside en Boston desde 1998, sus recuerdos están en los colores y sonidos de su país. Las montañas que abrazan la ciudad y la calidez de su gente siguen siendo una fuente constante de inspiración para ella.
«A través de mi filosofía artística, me esfuerzo por celebrar nuestra rica herencia cultural, heredada de todos mis artistas plásticos latinoamericanos del arte geométrico abstracto. Soñamos con un tapiz de resiliencia, unión, innovación y expresión artística sin límites «, agregó Márquez.
Márquez creció rodeada de un ambiente creativo y enriquecedor, donde cada día era una oportunidad para explorar su imaginación. Su madre fue una fuente constante de apoyo y motivación. Desde temprana edad, Márquez absorbió la pasión por el arte y la creatividad que su madre cultivaba en ella.
Yesica Aguirre:
Aguirre nació en Valencia y creció en una familia numerosa en dónde la creatividad y el arte siempre fueron algo natural.
Participó en diversas agrupaciones culturales, creó su propio taller de cerámica y desarrolló una amplia trayectoria en el campo, hasta que se radicó en Estados Unidos.
La mayor parte del tiempo ha utilizado sus obras como una manera de apoyar distintas causas sociales y religiosas, especialmente las relacionadas con su país natal Venezuela, del cual siempre ha mantenido en sus raíces.
“Es un gran honor, poder representar a los artistas venezolanos, y a los latinos-hispanos en Massachusetts. Es una buena oportunidad de mostrar el lado positivo, creativo y productivo de nuestra comunidad”, expresó Aguirre.
Ana Smyth:
Smyth ha interpretado en sus obras las escenas clásicas de Nueva Inglaterra con los colores tropicales de Venezuela.
“Mi propósito es describir el paisaje que me rodea con la alegría y energía del venezolano a través del movimiento de mis pinceladas y vivacidad de colores”, comentó Smyth.
Siempre estuvo rodeada de arte aunque no comenzó a tomar clases formales de pintura hasta el 2018. Su tío Rafael Polanco, era un pintor conocido que se convirtió en una gran inspiración para ella.
Juan Pedro Del Moral:
Del Moral, nació en Barquisimeto y comenzó a pintar en exteriores por primera vez en el estado Miranda cuando iba de vacaciones en su infancia.
A los 16 años se mudó a Boston, estudió Ingeniería Industrial en Northeastern University y trabajó por 17 años en IBM. En estos momentos ejerce como corredor de bienes raíces.
Luego de su trayectoria artística marcada por una profunda conexión con sus raíces venezolanas, decidió retomar la pintura en el 2003. Impulsada por un deseo renovado de explorar y expresar su creatividad, tomó clases en Cambridge Adult Education y MassArt donde redescubrió su pasión por el arte.
“Hace 12 años que no voy a Venezuela y espero poder regresar a una Venezuela libre que pueda volver a pintar”, dijo Del Moral.
