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Lo que el lente capturó: Los hispanos también corrieron el Boston Marathon 2024

Los latinos e hispanos están en todas partes y muchos de ellos no se podían perder el famoso Maratón de Boston 2024.

El equipo de El Planeta dijo presente en el Boston Marathon 2024. Foto: Rosanna Marinelli.

Los latinos e hispanos están en todas partes y muchos de ellos no se podían perder el famoso Maratón de Boston 2024.

Los latinos e hispanos estaban más emocionados que un niño al ver una piñata gigante luego de enterarse del famoso Maratón de Boston. Algunos llegaron con tanta energía que parecían tener pilas Duracell en lugar de piernas. Desde la costa este hasta la oeste, los hispanos se reunieron como si fuera una fiesta de quinceañera, pero con zapatillas deportivas en lugar de vestidos de gala.

En la línea de salida, los nervios estaban tan tensos como las cuerdas de una guitarra mariachi. Pero con cada paso, la música del esfuerzo y la alegría comenzaba a sonar más fuerte. Porque aquí, en el Maratón de Boston, la diversión no solo estaba en cruzar la meta, sino en disfrutar cada zancada, cada sonrisa compartida y cada «¡Vamos, hermano!» de apoyo mutuo.

Rafael Gomez (4547) de España y Víctor Penafiel (4842) de Ecuador. Foto: Mariana Caro
Ursula Flor Bustios (21894) de Lima, Perú. Foto: Micaela Simón

Bustios ha corrido seis maratones y este se lo dedicó a la fundación peruana Misión Caritas Felices. Esta organización sin fines de lucro se enfoca en ayudar a personas nacidas con labio y/o paladar hendido de bajos recursos. Esto se logra a través de cirugías reconstructivas gratuitas a nivel nacional y tratamientos complementarios en diversas áreas involucradas para lograr la rehabilitación total del paciente. Gracias al apoyo que recibió Bustios, 58 niños pudieron recibir dicha cirugía.

Manuel González (1566) de Valencia, Venezuela. Foto: Mariana Caro

El ambiente estaba más caliente que una salsa picante de abuela, con risas, chistes y gritos de ánimo en español que podrían haber despertado a los antiguos dioses aztecas. Entre la multitud, se escuchaban frases como «¡Dale, que tú puedes!» y «¡No te rindas, mijo!», mientras los corredores se preparaban para devorar los 42 kilómetros que tenían por delante. González con el apoyo de los espectadores, no podía evitar sonreír tras haber cumplido un logro tan grande.

Oliver Landeo Carranza (328) de Lima, Peru. Foto: Mariana Caro

“La ruta, la gente y la llegada es espectacular”, comentó.

Landeo Carranza tenía mucho por sonreír: “El clima estuvo espectacular, como siempre el ambiente en Boston es increíble”. Además, sostuvo que “hay muchos maratones, el de Chicago, Nueva York, Berlín, Londres, pero les puedo asegurar que no hay absolutamente nada que compare a Boston”.

Joseph Espinosa (2933) de Ecuador. Foto: Mariana Caro

Espinosa tenía solo un pensamiento en mente mientras corría: Su mamá, quien lo estaba localizando y bendiciendo a través de la aplicación del Boston Marathon.

Gonzalo González (7344) de Bilbao, España. Foto: Mariana Caro
Julio Sauce (6372) de Ecuador. Foto: Mariana Caro
Teresa Escobar (5137) de México. Foto: Mariana Caro

Las estrellas de Escobar, la guiaron hacia la meta y con el corazón lleno dijo: “Da un orgullo porque espero que más mujeres quieran empezar a correr cuando vean que una mujer más está corriendo, especialmente las niñas”

Daniel Barchoqui (4201) de Buenos Aires, Argentina. Foto: Mariana Caro.

Barchoqui estaba muy contento tras cruzar la meta, pero más contento estaba de informarle a todos que las verdaderas empanadas son de Argentina.

Andres Mora (1316) Johan Vargas (5214) de Costa Rica. Foto: Mariana Caro

“La pura vida” dijeron Mora y Vargas mientras alzaban la bandera costarricense.

Julio Meneses (1879) de Bogotá, Colombia. Foto: Mariana Caro

El güaro para Meneses, no fue lo que lo preparó para esta carrera, sino su experiencia y determinación. Sin embargo, afirmó que definitivamente estaría dándose un guaro para celebrar el gran logro de cruzar la meta.

El Maratón de Boston no solo fue una prueba de resistencia física, sino también un recordatorio de la fuerza y el espíritu unificador de la comunidad latina e hispana. Desde la línea de salida hasta la meta, cada paso fue un tributo al trabajo duro, la solidaridad y la diversidad que nos define como una fuerza imparable. Que este evento continúe inspirando a futuras generaciones a perseguir sus sueños con pasión y determinación, sabiendo que juntos podemos superar cualquier obstáculo que se nos presente en el camino.

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