La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) reportó este miércoles que la inflación se aceleró a 3.5% en marzo, un leve aumento en comparación a febrero, cuando se ubicó en 3.2%.
Aunque el índice de los precios al consumidor (CPI, por sus siglas en inglés) se mantuvo alto en marzo, igualó las previsiones de lo economistas.
Lo que debes saber: excluyendo los alimentos y la energía, que son los rubros con los precios más volátiles, el CPI de 12 meses se mantuvo sin cambios (con 3.8%) en marzo.
La economía sólida, pese al aumento
A pesar de que la economía registró un aumento de precios en marzo, la tasa de desempleo se mantuvo estable por debajo del 4%. Esto evidencia un panorama positivo: la economía estadounidense continúa añadiendo nuevos puestos de trabajo.
El pronóstico: los economistas, citados por NBC News, señalan que es probable que todavía se tome más tiempo para que la inflación estadounidense realmente disminuya.
Por otro lado, los expertos agregan que la escasez de trabajadores que impulsó la crisis sanitaria de la pandemia, especialmente para los trabajadores de servicios de primera línea, llevó a un aumento de salario por hora. Sin embargo, esto, a su vez, generó un aumento de los precios al consumidor.
Precios de la gasolina y la vivienda impulsaron la inflación
Los precio de la gasolina, las altas hipotecas y los precios de los alquileres impulsaron el aumento de la inflación en marzo.
“Se puede decir adiós al recorte de tasas de interés de junio”, escribió Greg McBride, analista financiero jefe de Bankrate, en un comentario publicado el miércoles, citado por CNN.
Aún la Reserva Federal no se ha pronunciado con relación al informe de inflación, sin embargo, los economistas esperan un aumento en las tasas de interés.
Las interrupciones en la cadena de suministro
Sarah House, directora gerente y economista senior de Wells Fargo, dijo que las interrupciones en la cadena de suministro que se generaron en la pandemia todavía no disminuyen por completo.
El dato: House señaló que los precios de los automóviles nuevos aumentaron más del 20% desde que comenzó la pandemia, y más del 30% para lo vehículos usados.
La economista añadió que aunque en este rubro en particular han bajado los precios, hay dificultades para conseguir los repuestos para automóviles y se ha registrado una perdida considerable de técnicos de vehículos.
“Seguimos viendo un crecimiento de precios más fuerte en el sector de los servicios”, dijo House. «De ahí es de donde todavía obtenemos un elevado grado de inflación».