Por Josiane Martinez
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Cuando llegué a Massachusetts desde Puerto Rico hace dos décadas, pude ahorrar suficiente dinero trabajando en mi empleo de servicios sociales para inscribirme en la escuela de posgrado y, más tarde, hacer un pago inicial en una modesta casa en West Roxbury. Trabajando desde la mesa de la cocina de mi nueva casa, completé mi MBA y redacté un plan de negocios para una startup de marketing, que arranqué en 2013 y desde entonces mi empresa ha crecido hasta emplear 126 personas, atendiendo clientes en toda Nueva Inglaterra.
La mía es la clásica historia de éxito de Massachusetts. Pero cada vez es más inalcanzable para otros emprendedores, debido a que esta región tiene uno de los costos de vivienda más altos de la nación, lo que ha contribuido a una emigración de 120 mil residentes que se han ido en los últimos tres años.
Para revertir esta tendencia, necesitamos el proyecto de ley de la gobernadora Maura Healey. Durante una audiencia reciente del Comité Conjunto de Vivienda (Joint Committee on Housing), la gobernadora Healey dijo que su paquete de $4.1 mil millones “es el plan de vivienda más ambicioso en la historia de Massachusetts” y agregó: “pero nunca hemos tenido un momento como este en la historia de nuestro estado donde la vivienda está tan fuera del alcance de tantas personas”.
Un vistazo a las noticias locales en cualquier semana trae historias similares: graduados universitarios se van porque no pueden pagar alquileres mensuales de $3.000 en Boston. Las empresas luchan por reclutar trabajadores, perdiendo talento en estados más asequibles. Los nuevos inmigrantes buscan lugares en refugios porque no pueden pagar una pequeña habitación para su familia.
Durante casi 300 años, Massachusetts ha sido conocido por sus oportunidades sin límites para emprendedores y soñadores. Pero, si no actuamos ahora, corremos el riesgo de convertirnos en la próxima California, con un masivo éxodo de personas y talento.
Según nuevos datos del censo reportados por el Boston Globe, en 2023, cada semana 750 residentes de Massachusetts se marcharon a otros estados. Solo cuatro estados vieron éxodos más grandes: California, Illinois, Nueva Jersey y Nueva York. Si no fuera por los nuevos inmigrantes que vienen, nuestra población total sufriría una reducción seria.
Como propietaria de un negocio local, soy muy consciente de los desafíos de vivienda que enfrentan nuestros empleados. Cuando comencé Archipelago Strategies Group (ASG) hace diez años, pude hacer crecer la empresa rápidamente, reclutando a los profesionales más brillantes de nuestras universidades y comunidades.
En Boston, nuestro personal incluye consultores de marketing altamente calificados que ganan salarios acordes con los estándares de la industria. Sin embargo, muchos de ellos no pueden permitirse alquilar o comprar en la ciudad. Otros han dejado Massachusetts para comprar casas y formar familias en estados vecinos de menor costo; incluso si eso significa viajar largas distancias para reuniones con clientes.
En Lawrence, ASG opera un centro de contacto que emplea a muchos residentes locales multilingües. Nuestro Centro de Llamadas (Contact Center) está contratado por la Oficina Ejecutiva de Vivienda y Comunidades Habitables (HLC por sus siglas en inglés) para acelerar las solicitudes de vivienda asequible, revisando muchas solicitudes por familias en condiciones vulnerables.
Pero mientras nuestro personal trabaja para proporcionar vivienda asequible a otros, muchos enfrentan sus propios desafíos para encontrar vivienda en Lawrence, una comunidad que hasta hace no mucho se consideraba asequible.
La Ley de Viviendas Asequibles de la gobernadora Healey incluye inversiones en la renovación de nuestro número de viviendas de bajo costo, políticas para permitir a los propietarios construir soluciones habitacionales; y cambios de zonificación locales que impulsarían más viviendas asequibles en las comunidades cercanas al transporte público de Massachusetts (MBTA Communities).
El proyecto de ley está actualmente ante la Legislatura del Estado de Massachusetts, que ha suscitado un montón de testimonios de defensores de la comunidad en apoyo de la acción.
Algunos miembros de la comunidad inmobiliaria se oponen a un impuesto de transferencia incluido en el proyecto de ley para bienes raíces valorados por encima de $1 millón, así como a otras medidas de zonificación. Esto no debe desviar la atención de la oportunidad de implementar una acción audaz en el sector vivienda ahora.
El proyecto de ley de la gobernadora Healey no solo creará y preservará 70.000 hogares, sino que también creará alrededor de 30.000 empleos; producirá $25 mil millones en impacto económico; y aportará $800 millones en ingresos fiscales a nuestras comunidades.
Massachusetts hizo posible mi historia de éxito empresarial. Pero si no actuamos ahora en el tema de vivienda, mi historia se quedará en el pasado, ya que los emprendedores y el talento se irán a zonas más asequibles.
— Josiane Martinez es fundadora y CEO de Archipelago Strategies Group (ASG) y Co-Chair del Concejo Asesor de Empoderamiento Latino de la Gobernación (Governor’s Latino Empowerment Advisory Council)