Por Arielle Gray
Decenas de personas se reunieron afuera de un templo budista en Lynn, el sábado 6 de enero, para el cortejo fúnebre de Kyle Mel, uno de los dos adolescentes que fueron asesinados a tiros en la ciudad dos días después de Navidad, apenas días después de su decimonoveno cumpleaños.
Varios familiares y amigos se abrazaron mientras el ataúd de Mel era llevado fuera del templo y colocado en un coche fúnebre. Más de 50 autos se alinearon para seguirlo hasta un cementerio en Peabody, donde Mel fue enterrado.
Mel y Isaiah Acevedo, de 16 años, fueron asesinados a tiros fuera de una estación de gasolina en Camden street. La policía aún no ha arrestado a nadie en relación con sus muertes.
Los dos adolescentes, ambos estudiantes de Lynn Classical High School, fueron asesinados poco más de 24 horas después de que tres personas fueran tiroteadas y gravemente heridas cerca de un Pizza Hut en Lynn. La policía arrestó la semana pasada a un joven de 18 años en conexión con el triple tiroteo.
Los incidentes han reactivado conversaciones recurrentes sobre la juventud y la violencia armada en la ciudad, impulsando a diversos grupos comunitarios, funcionarios escolares y autoridades a tomar nuevas acciones para apoyar a adolescentes en duelo o en riesgo.
En East Coast International Church, Jesse Lobato, pastor juvenil y residente de Lynn, dijo que ha escuchado a algunos adolescentes expresar preocupaciones sobre su seguridad en la ciudad.
«Lo que me preocupa… es cuando escuchas a los jóvenes hablar sobre la violencia, y te das cuenta de que está empezando a normalizarse en sus vidas», dijo Lobato. «Y nunca debería ser así».
Su iglesia lleva a cabo un programa semanal para estudiantes de secundaria y preparatoria donde los jóvenes se conectan entre sí y con el personal en un esfuerzo por «desarrollar ejemplos positivos de comunidad».
Lobato calificó los esfuerzos entre organizaciones para abordar la ansiedad y el duelo entre los jóvenes como «hermosos», añadiendo que «hay una comunidad de personas que genuinamente quieren mostrar lo mejor de Lynn y están dispuestas a hacer lo que sea necesario para que eso suceda».
Tras las muertes de Mel y Acevedo, los estudiantes de Lynn Classical regresaron a las aulas la semana siguiente con una mayor presencia policial. La ciudad asignó a un oficial uniformado para permanecer en los terrenos de la escuela secundaria mientras las clases están en sesión.
«A largo plazo, también estamos evaluando opciones de personal para asignar un oficial a un puesto de Oficial de Recursos Escolares a tiempo completo de manera más permanente», se lee en una carta enviada a los estudiantes y padres por la policía de Lynn y el superintendente del distrito escolar.
La carta continuó describiendo «esfuerzos en curso» por parte de la policía y grupos comunitarios «para interrumpir el reclutamiento de pandillas» y «ofrecer una salida de las pandillas a quienes lo deseen».
En otra declaración, Robert Bishop, director ejecutivo de diversidad, equidad e inclusión en las Escuelas Públicas de Lynn, dijo que el distrito se asoció con grupos «dedicados a fomentar relaciones de confianza con nuestros jóvenes abordando el trauma, combatiendo la violencia comunitaria, encontrando caminos y ofreciendo esperanza».
«Esto fue una terrible tragedia», dijo Mike Curley, un profesor del departamento de estudios sociales que enseñó a ambos adolescentes. «Estamos haciendo todo lo posible, como profesores y personal del distrito, para evitar que vuelva a suceder y para apoyar a nuestros estudiantes ante esta violencia».
Los líderes de Roca Inc., una de las organizaciones que trabaja con el distrito, dijeron que se necesitará una estrategia «multifacética» y los esfuerzos de muchos grupos con lazos establecidos en la comunidad para fortalecer las relaciones con los jóvenes en riesgo.
«Esto es tan triste y trágico, y la gente está obviamente perturbada y emocional por ello», dijo Emily Fish, directora asistente de Roca Inc. en Lynn. «Pero también creo que la respuesta de la comunidad ha sido, ‘Queremos hacer algo, queremos ayudar a hacer esta comunidad más segura'».
Fish dijo que Roca Inc. trabajará como parte de una red de organizaciones comunitarias, como Stop the Violence: Lynn, así como el Instituto de Recursos de Justicia, para proporcionar una variedad de servicios a los jóvenes.
Los consejeros de Roca Inc. a menudo usan técnicas de terapia cognitivo-conductual con los jóvenes, dijo Fish, para «ayudar a los jóvenes a aprender las habilidades que necesitan para entender lo que están sintiendo». Agregó que el grupo, que actualmente trabaja en escuelas secundarias en Chelsea, también intenta integrar prácticas de justicia restaurativa para ayudar a los adolescentes a romper ciclos de violencia y pobreza.
“Si estás experimentando mucho trauma, especialmente cuando eres joven, el tronco cerebral en tu cerebro se agranda”, explicó Fish. “Entonces, estás más fácilmente en modo de lucha o huida».
El enfoque del grupo en la terapia cognitivo-conductual ayuda a interrumpir ese patrón de respuesta, dijo. En Chelsea, Roca Inc. utiliza un bloque de tiempo reservado por las escuelas para enfocarse en la teoría de este tratamiento. El grupo espera hacer un trabajo similar en Lynn.
“Lynn es mucho más que solo la violencia que ha ocurrido en la ciudad», dijo Fish. «Es una comunidad hermosa. … Todavía podemos aferrarnos a la esperanza y la fe de que las cosas mejorarán”.
Si desea leerlo en inglés visite WBUR.
