En un hecho sorprendente, William Giordani, de 55 años y residente en Nashua, New Hampshire, acusado anteriormente de amenaza de bomba y extorsión contra la Harvard University, aceptó el miércoles un cargo menor. El cargo inicial, su presunta participación en la amenaza de bomba, fue desestimado en vista de que Giordani confesó haber ocultado un delito grave, validado por su asesor jurídico.
La posible condena de Giordani incluye tres años de prisión y una multa de hasta 250.000 dólares. Los fiscales han propuesto un periodo de libertad condicional de tres años. La cita para dictar sentencia está prevista para abril.
Los hechos del caso
Los antecedentes del caso se remontan a una serie de inquietantes incidentes ocurridos el 13 de abril del año anterior. El departamento de policía de la Harvard University recibió una amenaza de bomba de un comunicante no identificado que manipuló medios electrónicos para disfrazar su voz. El comunicante alegaba la presencia de bombas en las instalaciones de la universidad y exigía una transferencia de bitcoin en 96 minutos, lo que suponía una amenaza para la seguridad de los estudiantes.
La policía recibió seis llamadas más antes de obtener una localización y la descripción de un objeto sospechoso. Se encontró el objeto, se evacuaron las inmediaciones y se emitió una alerta en todo el campus antes de que el objeto fuera neutralizado de forma segura. No se encontró ningún otro objeto sospechoso.
El objeto, una vez inspeccionado, contenía una caja fuerte con cerradura metálica, cables, fuegos artificiales y una pequeña caja rectangular, según el informe policial.
La investigación
La conexión de Giordani con el caso se descubrió cuando respondió a un anuncio de Craigslist en el que se pedía a alguien que comprara fuegos artificiales en New Hampshire y recogiera algunos artículos en Massachusetts. Estos artículos, un cable, una caja fuerte con cerradura metálica y una bolsa, estaban destinados a ser entregados a un estudiante de la Harvard University.
Tras recoger los artículos, se informó a Giordani de que el estudiante no estaba disponible para recibirle y se le indicó que dejara la bolsa, que más tarde neutralizada por la policía, en un banco de una plaza de ciencias de Harvard. Giordani fue visto dejando la bolsa allí más tarde ese mismo día.
Las investigaciones revelaron que Giordani empezó a sospechar del posible uso de los objetos recogidos para construir una bomba, corroborado por mensajes de texto borrados en los que reconocía la posible finalidad de los objetos para fabricar bombas. En un mensaje a su novia, expresó su preocupación por haber sido engañado, según informó la policía.
Tras el incidente, Giordani intentó eludir el contacto con la policía, con la intención de ocultar su participación en la entrega de la bolsa.
La fiscalía aceptó la declaración de culpabilidad de Giordani por el cargo menor, teniendo en cuenta su lucha contra la drogadicción y su continua búsqueda de recuperación.
Por el momento, no se ha imputado a ninguna otra persona en relación con el caso de la amenaza de bomba en Harvard.