2023 estuvo marcado por varios hitos importantes, pero en el ámbito ambiental el suceso que causó más preocupación es que fue el año más caluroso jamás registrado, lo que lleva a los científicos a especular sobre si el 2024 tendrá también temperaturas muy altas.
Actualmente, las vastas franjas de los océanos de la Tierra que tuvieron temperaturas récord durante la mayor parte de 2023, les llevará otros meses liberar ese calor.
Una actividad que será intensa producto del fenómeno climático El Niño, que calienta al planeta y se acerca a su punto máximo. La última vez que esto ocurrió empujó al planeta a un calor récord en 2016.
El panorama caluroso del 2024
Todas estas estimaciones sugieren que no habrá una desaceleración pronta en el aumento del calentamiento global que ha potenciado la tendencia de décadas ligada a las emisiones de combustibles fósiles.
Podría ser suficiente para, por primera vez anualmente, elevar las temperaturas planetarias promedio más de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) por encima de los niveles preindustriales del siglo XIX, según la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña.
En los últimos meses, el planeta se ha acercado más que nunca a ese temido umbral, lo que ha permitido vislumbrar por primera vez un mundo en el que niveles sostenidos de ese calor alimentarían nuevos fenómenos meteorológicos extremos.
Pero esas tendencias climáticas pueden ser difíciles de predecir con precisión. Después de todo, a principios de 2023, los científicos predijeron que el año terminaría como uno de los más cálidos registrados en el planeta. No esperaban que sentara tantos precedentes nuevos ni récords.
“El hecho de que estemos en territorio inexplorado hace que en realidad no sepamos qué sucederá después”, declaró a The Washington Post Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
El fenómeno de El Niño
Se sabe que El Niño eleva las temperaturas planetarias hasta en unas pocas décimas de grado Celsius, un margen decente para una estadística promediada a nivel mundial.
- El Niño suele durar un año o menos, alcanza su punto máximo durante los meses de invierno y luego desaparece en la primavera.
- Está asociado con temperaturas superficiales más cálidas que el promedio en todo el Océano Pacífico central y oriental, y esas aguas liberan calor y vapor a la atmósfera.
- Si bien los científicos dicen que no hay dos eventos de El Niño que sean exactamente iguales, cada uno aporta cierta previsibilidad a los patrones climáticos globales como pocos otros fenómenos planetarios.
El actual El Niño, que comenzó en junio, se considera fuerte y podría alcanzar su punto máximo como episodio históricamente potente en las próximas semanas o meses.
Podría estar a la par de un fuerte El Niño que comenzó a principios de 2015, alcanzó su punto máximo en diciembre y se desvaneció en junio de 2016, en camino de impulsar 2016 a un calentamiento global récord.
Si ese patrón se mantiene esta vez, significaría que el calor récord que ha persistido durante los últimos seis meses aumente aún más en la primera mitad de 2024.