El concejal de la ciudad de Boston, Ricardo Arroyo, fue sancionado tras admitir que violó las leyes al continuar representando a su hermano en una demanda de acoso sexual después de asumir su cargo en el Concejo Municipal.
Según la Comisión de Ética del Estado, Arroyo pagó una multa de $3,000 y firmó un Acuerdo de Disposición en el que reconoció la violación ética.
«La representación de Arroyo de su hermano en la demanda que involucró a la Ciudad de Boston mientras se desempeñaba como Concejal de la Ciudad violó la ley de conflicto de intereses que prohíbe a los empleados municipales, incluidos los funcionarios electos, actuar como agentes o abogados de cualquier otra persona que no sea la municipalidad en relación con asuntos en que el municipio es parte o tiene un interés directo y sustancial», comunicó la Comisión de Ética del Estado.
El abogado de Ricardo Arroyo, Zachary Lown, afirmó que las acciones de su cliente no afectaron negativamente a la ciudad ni hubo preocupación expresada por parte de las autoridades municipales sobre su representación legal. Sin embargo, en agosto de 2022, Arroyo fue informado que su representación podría constituir un conflicto de intereses. “El Concejal Arroyo inmediatamente comenzó el proceso de retiro al buscar asesoría legal en cuanto a sus responsabilidades legales y profesionales con su cliente con respecto a su retiro”, dijo Lown.
El caso, conocido como la demanda Morales, en la que Felix G. Arroyo es uno de los acusados, aún continúa y está programado para ser juzgado el 14 de agosto. A pesar de la violación ética, el abogado de Ricardo Arroyo sostiene que su representación no perjudicó los intereses de la ciudad.
La familia Arroyo ha desempeñado un papel destacado la política local. Sin embargo, la carrera ascendente de Felix G. Arroyo, hermano de Ricardo, se vio interrumpida después de ser despedido debido a las acusaciones de Morales. Ahora, Ricardo enfrenta críticas y llamados a renunciar en el último mes. Incluso su colega concejal, Erin Murphy, se unió a aquellos que pedían su renuncia.
Arroyo ha negado haber hecho algo incorrecto y ha declarado que no tiene intención de renunciar a su cargo.
