El propietario de una pizzería de Boston acusado de agredir a empleados indocumentados y presionarlos para que trabajaran por salarios bajos es procesado el martes por varios cargos nuevos de trabajos forzados, según documentos judiciales.
Stavros Papantoniadis, 48, de Westwood, fue acusado el 29 de marzo de cuatro cargos de trabajo forzoso y tres cargos de intento de trabajo forzoso. Se encuentra en prisión sin fianza desde su detención el 16 de marzo, y su comparecencia remota está prevista para la 1:00 p.m. en el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Boston.
Papantoniadis, propietario de Stash’s Pizza en Dorchester y Roslindale y anteriormente de restaurantes en otras comunidades, presuntamente “obligó o intentó obligar al menos a siete víctimas a trabajar para él y a cumplir con exigencias excesivas en el lugar de trabajo mediante abusos físicos violentos, amenazas de violencia o daños graves y amenazas reiteradas de denunciar a las víctimas a las autoridades de inmigración para que las deportaran”, dijeron los fiscales tras la acusación de marzo.
En una orden del 21 de marzo por la que se denegaba la libertad bajo fianza a Papantoniadis, la juez de instrucción estadounidense Judith G. Dein escribió que su “historial de violencia y amenazas pone en peligro a posibles testigos”.
“En esta coyuntura, las pruebas contra él parecen sólidas”, escribió Dein. “El gobierno ha cumplido con su carga de probar por pruebas claras y convincentes que ninguna condición o combinación de condiciones de liberación asumirá razonablemente la seguridad de cualquier otra persona y la comunidad”.
Papantoniadis está acusado de contratar a inmigrantes indocumentados del norte de África, América Central y Brasil, y de utilizar la violencia y amenazar con denunciarlos a las autoridades de inmigración si se negaban a trabajar largas horas sin la debida compensación, según el reporte del Boston Globe.
En los documentos judiciales, las autoridades federales alegan que siete inmigrantes fueron víctimas de estos abusos durante un periodo de 15 años a partir de 2007. A Papantoniadis se le acusa de maltratarlos físicamente, agredir sexualmente a un trabajador y advertirles de que la policía se pondría de su parte porque hacía descuentos a los agentes en sus restaurantes, según indica el diario Globe en su publicación.
