Un nuevo estudio del Urban Institute concluyó que los adultos latinos y afroamericanos tienen un mayor riesgo de sufrir inseguridad alimentaria en comparación a los blancos.
La inflación persistente ha causado dificultades económicas en todo el país, especialmente afecta a los latinos. Es probable que esas dificultades se agraven ahora que las prestaciones mejoradas de la época de la pandemia han llegado a su fin.
El estudio se basa en encuestas anuales realizadas entre unas 7 mil 500 personas en los Estados Unidos, de las cuales 1 mil 555 se identificaron como hispanas. Según el texto, las proporciones de encuestados hispanos y negros que informaron inseguridad alimentaria el año pasado fueron aproximadamente un 50% más altas que la proporción de adultos blancos que informaron inseguridad alimentaria.
El 58% de los hispanos consultados dijeron que, debido al precio de los alimentos, habían reducido la cantidad de suministros que compraban, en comparación con el 49% de los encuestados blancos, según el estudio.
Casi uno de cada seis adultos (16%) informó que sus hogares recibieron alimentos de caridad (comestibles o comidas gratis) en 2022, por debajo del 17,4% en 2021, lo que se traduce en alrededor de 2,8 millones de adultos menos, y por debajo del pico de uso en 2020 (19,7%), pero muy por encima de la tasa prepandémica en 2019 (12,7% o aproximadamente 6,8 millones de adultos más).
En diciembre de 2022, el 63,2% de los adultos informaron de que los costes de los comestibles de su hogar aumentaron mucho en el último año, por encima de los porcentajes que informaron de que los costes aumentaron mucho para la gasolina (55,5%), la calefacción del hogar (26,4%), el alquiler (26,2%), el cuidado de niños (14,3%), el seguro de salud (12,5%) y los pagos de la hipoteca (8,1%).
Los investigadores destacaron que los adultos hispanos eran más propensos que sus homólogos blancos a declarar que el año pasado habían recurrido a sus ahorros (50,5%) o habían aumentado su deuda con tarjetas de crédito (casi el 44%) para pagar el aumento del coste de los alimentos.
Los adultos cuyos gastos de alimentación aumentaron mucho en 2022 recurrieron a alimentos de beneficencia y a otras estrategias de supervivencia, pero aún así se enfrentaron a altos índices de inseguridad alimentaria.