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Chevron retomó sus operaciones en Venezuela: ¿EE.UU. se está beneficiando?

Credit: EFE | Dan Anderson
Credit: EFE | Dan Anderson

A finales de febrero, el presidente ejecutivo de Chevron Corp, Michael Wirth, aseveró que la multinacional estaba produciendo “un poco más” de 90.000 barriles diarios en sus empresas conjuntas con Petróleos de Venezuela (Pdvsa), lo que representa casi el doble de la producción diaria en 2022, que se situaba en 50.000 barriles diarios.

Ese repunte de la producción, que el propio Wirth calificó como “modesta”, ha sido posible debido a que el 26 de noviembre del año pasado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos otorgó una licencia a Chevron, la cual le permite reanudar operaciones limitadas de extracción en Venezuela y mover el crudo sancionado. Sin embargo, mantiene la prohibición de pagar impuestos y regalías a Pdvsa.

Sin bien la Casa Blanca ha transmitido el mensaje de que la intención detrás de otorgar la Licencia No. 41 es para alentar conversaciones políticas entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana de cara a las elecciones presidenciales previstas para 2024, la administración de Joe Biden también ha sido clara en su intención de asegurarse suministro de combustible, ante las posibles consecuencias que tendría la guerra de Rusia contra Ucrania en el mercado petrolero internacional.

No obstante, ¿Estados Unidos realmente se está beneficiando de lo que Chevron produce en Venezuela? ¿Qué representa para el mercado de hidrocarburos estadounidense? Para Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de la Universidad de Rice en Houston, la respuesta es: “No es relevante para el mercado de Estados Unidos”.

Recordó que Chevron exporta entre 90.000 y 100.000 barriles diarios y “eso es una gota en el mar”: EE.UU. consume casi 20 millones de barriles diarios y produce más de 12 millones de barriles diarios, de acuerdo con reportes de la Agencia Internacional de Energía (AIE). “En todo caso, eso lo podría importar Estados Unidos de cualquier lado”, acotó.

Una opinión similar tiene Juan Fernández, analista en materia energética y exgerente de Pdvsa: “La incidencia que pueda tener en el mercado estadounidense es relativamente marginal en el sentido de que EE.UU. importa todos los días alrededor de 6 a 7 millones de barriles diarios”.

Antero Alvarado, socio director de Gas Enegy Latin America (GELA), tiene otra visión. Según él, “cualquier medida que aumente y diversifique el suministro de energía de cualquier nación es importante”. A su juicio, se trata de la oportunidad que tiene Chevron de aumentar el suministro de crudo hacia Estados Unidos.

“Un beneficio para algunos refinadores”

Después de una prohibición de cuatro años por las sanciones, el 10 de enero partió el primer cargamento de crudo venezolano de Chevron -que se cargó en la terminal de Jose, un complejo petroquímico ubicado en el oriente de Venezuela- desde un centro de transferencia de barco a barco cerca de Aruba a su refinería de Pascagoula, en Mississippi, reportó la agencia Reuters.

“Lo único que sí es cierto es que el tipo de crudo venezolano es muy apropiado para ciertas refinerías en la costa del Golfo en Texas, Mississippi y Luisiana y, por tanto, a esas refinerías sí les viene bien que les llegue ese tipo de crudo, les da mayor rentabilidad”, aseguró Monaldi.

Pero aclaró que esto no tiene ningún impacto en el precio de la gasolina o en la economía estadounidense: “Es simplemente un beneficio para algunos refinadores”. Un planteamiento cónsono con lo dicho por Wirth a principios de diciembre, unos pocos días después de que se otorgara la Licencia No. 41.

En ese momento, el CEO de Chevron explicó que lo que el gobierno en Washington “ha decidido relajar algunas de las sanciones impuestas por la administración (del ahora expresidente Donald) Trump. El efecto principal es que permite que parte del petróleo venezolano fluya de regreso a Estados Unidos, lo que ayudará al sistema de refinación estadounidense”.

Pero también es rentable para Chevron que el crudo venezolano llegue a las refinerías estadounidenses porque -de acuerdo con Monaldi- “Venezuela le debe mucho dinero” a la multinacional. La deuda asciende a más de 3.000 millones de dólares en dividendos y pasivos vencidos de sus empresas mixtas con Pdvsa.

“En la medida en que pueda tomar cargamentos y llevarlos a Estados Unidos, está amortizando su deuda y también está pudiendo hacer mantenimiento en sus instalaciones para que no se deterioren los campos y su capacidad productiva”, sostuvo Monaldi.

Para Fernández, los envíos son beneficiosos, ya que las refinerías de Chevron, sobre todo Pascagoula, tienen capacidad para procesar el crudo pesado venezolano y “eso es conveniente porque está integrando todo.

Así está operando Chevron en Venezuela

Chevron opera en Venezuela desde 1920 y, actualmente, tiene una participación minoritaria en cuatro empresas mixtas con Pdvsa: Petroboscán, donde produce un tipo de crudo que se utiliza para el asfalto; Petropiar, que opera un campo en la faja petrolífera del Orinoco; Petroindependencia, donde explota uno de los yacimientos con mayor potencial; y Petroindependiente, cuyas operaciones se concentran en el Lago de Maracaibo.

En diciembre del año pasado, Michael Wirth advirtió que “no es probable”que Chevron haga inversiones de capital para emprender campañas de perforación para elevar su producción en Venezuela en los próximos seis meses. “Hay mucho trabajo por hacer (…) para permitirnos avanzar en esa dirección”, expresó.

Lo que sí esperan -y así lo dijo el CEO de la multinacional a Reuters- es que Washington “relaje gradualmente” su marco de sanciones a Venezuela, impuestas desde 2019 para presionar la salida del cargo de Maduro, cuya reelección Estados Unidos no reconoció, lo que le daría a Chevron un mayor abanico de oportunidades para operar en el país.

Por ahora, la licencia le permite a Chevron -resaltó Antero Alvarado- “mejorar sus finanzas en la operación de Venezuela. En el pasado, la empresa hizo inversiones grandísimas y que apuesta a recuperar manteniéndose en Venezuela. Chevron está recuperando deudas con Pdvsa”.

Así que desde que retomó sus operaciones, las inversiones de la multinacional estadounidense se han concentrado, indicó Monaldi, en mantenimiento y rescatar la infraestructura ya existente. No ha podido invertir en nuevos pozos y en mayor infraestructura porque la licencia no lo autoriza.

“Es una inversión limitada la que puede hacer Chevron y eso indica que puede seguir subiendo la producción, pero modestamente (…) Lo más probable es que suban máximo 120.000, o a lo sumo 130.000 barriles diarios, a menos que la licencia se expanda”, comentó.

Antero recordó que la meta de Chevron es lograr 250.000 barriles diarios en sus operaciones con Pdvsa en las empresas mixtas, pero la licencia mantiene todavía muchas limitantes que impiden hacer nuevas inversiones para llegar a esa meta.

No obstante, Monaldi destacó un aspecto que considera “positivo”: “Chevron ahora tiene un contrato que le autoriza operar en vez de ser simplemente accionista minoritario”. Pero advirtió que para la multinacional “es difícil pensar en planes muy ambiciosos en Venezuela, incluso si se los autorizan, dada la fragilidad de la relación entre Venezuela y Estados Unidos”.

Cualquier ampliación del alcance de la licencia o su flexibilización está sujeta al progreso que tengan las negociaciones en México en cuanto a que en Venezuela haya una elección transparente y libres en 2024.

“Ese proceso de negociación está detenido y, en consecuencia, allí hay una gran pregunta: ¿continuará o no? Y eso, a su vez, genera incertidumbre. Por eso, la operación que Chevron esté realizando hasta que esta variable no se disipe va a estar muy centrada en maximizar el flujo de caja con mínima inversión”, afirmó Fernández.

¿La salida de El Aissami tendrá algún impacto?

Desde el viernes 17 de marzo se lleva a cabo en Venezuela una serie de detenciones a altos funcionarios de la administración de Nicolás Maduro, involucrados en corrupción por la supuesta desaparición de 3.000 millones de dólares provenientes de la venta de petróleo de Pdvsa.

En el operativo «anticorrupción» de la Policía Nacional del Ministerio Público, han sido detenidos una veintena de funcionarios integrantes de gobiernos regionales y de los sectores militar y judicial.

Esta arrementida provocó que el lunes 20 de marzo renunciara a su cargo como ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, el mismo que a principios de diciembre firmó los contratos con Chevron para reactivar la producción y ampliar sus operaciones y en la que estuvieron presentes Javier La Rosa, presidente de la multinacional en Venezuela, y el otrora presidente de Pdvsa, Asdrúbal Chávez.

En el cargo de El Aissami, Maduro designó al coronel Pedro Tellechea, quien se venía desempeñando como presidente de Pdvsa. Él, desde el comienzo de su gestión en enero de este año, ordenó suspender la mayoría de los contratos para exportar crudo y productos refinados como medida para evitar que los barcos zarparan antes de completar los pagos por los cargamentos.

Y aunque el gobierno de Maduro ha proporcionado escasos detalles sobre la presunta corrupción en la estatal petrolera, se ha señalado que los arrestos están vinculados a una investigación sobre esos cargamentos.

Estas revisiones de los contratos de exportación de petróleo en Pdvsa casi han detenido todas las emisiones comerciales de crudo y combustible, ya que los funcionarios buscan igualar las facturas pasadas con los pagos, reveló Reuters.

Sin embargo, Chevron sigue tomando, por ahora, cargas como compensación por deudas pendientes o canjes de petróleo, lo que reduce el riesgo de la estatal de pagos fallidos.

Ahora, ¿la renuncia de El Aissami y la investigación por corrupción que se adelanta podría afectar las operaciones de Chevron en Venezuela? “No queda claro si esto puede afectar las relaciones con Chevron”, respondió Monaldi. “No hay dudas de que el exministro El Aissami fue una persona instrumental en la negociación de la flexibilización de las sanciones y la licencia; y el contrato en particular de Chevron con Pdvsa, pero es difícil leer si esto cambia la política venezolana al respecto”.

Monaldi describió a El Aissami como “una persona muy pragmática” que estaba interesada en lograr que Chevron invirtiera en Venezuela, así como otras empresas internacionales. “Pero también es cierto que El Aissami está en la lista de sancionados de Estados Unidos y, obviamente, eso de alguna forma era problemático para el trabajo de las negociaciones”.

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