Andrés Jaramillo salió de Medellín en busca de mejores oportunidades. Arribó a Boston en el 2013 cargado de ilusión y sobre todo dispuesto a comenzar de cero, aunque al principio le fue duro despojarse de sus títulos universitarios y los altos cargos ejecutivos que había ocupado en Colombia. Llegó con ganas, pero sin dinero en los bolsillos; sin embargo, haber trabajado duro con mucha disciplina, el apoyo incondicional de su esposa y el amor de la familia fueron sus mejores aliados para ser hoy un emprendedor exitoso, dueño de un próspero negocio de comida rápida: “Perros Paisas”. Su primer trabajo en Boston fue el de pintor de casas.

Perros Paisas está localizado en el corazón comercial de East Boston, en la concurrida Bennington Street, donde llegan personas de todas partes e inclusive los jugadores de Los Celtics. Andrés sigue soñando en grande y su negocio continúa creciendo, sus trabajadores se sienten apreciados y valorados, como es el caso de doña Carmen Isabel Giraldo Roblero quien, por más de año y medio, es una de los artífices de la preparación de los Hotdogs más grandes que se venden en todo Boston y sus alrededores. El “Hijueperra”, mide 1 metro, pesa 3 libras, tiene extra queso, una salchicha más gruesa, huevos de codorniz duros, papas fritas trituradas, mayonesa, salsa de tomate, tocino desmenuzado, mermelada casera de piña, ensalada de col con zanahoria y la exquisita salsa de la casa, ingredientes que hacen del “hijueperrra” irresistible para cualquier paladar.

“Perros Paisas nace en la cocina de mi casa, aproximadamente en el verano del año 2016, junto con mi única socia en el negocio, mi esposa. En un principio preparábamos perros, hot dogs, para un grupo de amigos que solíamos reunirnos entre semana para jugar fútbol y hacer algo de deporte. Los Perros fueron tan ricos y exitosos que rápidamente se hicieron famosos, al punto de pensar en que era una gran oportunidad de negocio. Tomamos la decisión de emprender y nos arriesgarnos con un food truck por su versatilidad”, recordó.
Agrade a sus padres por la formación que le dieron, ellos aún viven en Medellín, Colombia, y representan todo el amor y el apoyo que un hijo puede tener. “Son mis principales referentes de la vida. La familia es el sentido que tiene la vida, es todo, es la razón por la cual luchamos para salir adelante”, puntualizó al afirmar que su esposa Erika Acevedo ha sido y es su complemento de vida, madre de sus dos hijos menores Thomas y Avril. Su hija mayor es Camila de 22 años.

“El proceso de consolidar tu negocio es un mundo de sensaciones y de emociones que yo lo asemejo a una montaña rusa porque es un sube y baja, lo más calcable y parecido a la realidad porque uno empieza con todo el ánimo y comienzan a ver muchas barreras como el idioma, el racismo, la falta de dinero, aunque trabajas no ves resultados, eres bueno, te desesperas y es allí donde tiras la toalla, aunque yo estaba muy convencido también pasé por esa etapa, pero había una persona detrás de mí que me decía, sigamos, sigamos y seguí”, manifestó.
Andrés recuerda que cuando estaba comenzando el negocio de los perros calientes siempre compartía la idea de su emprendimiento con el corazón. “Yo traté de calcar esos perros callejeros que venden en Colombia con calidad, con excelencia, siempre pensé que había una importante oportunidad de negocio, no solo es tener una buena idea, es plasmarla en un papel para poderla presentar a los inversionistas, a los bancos para que crean en tu idea”, expresó.

Comenta que su único patrimonio comercial era un camión modelo 1978 que estuvo estacionado por más de 10 años en un parqueadero sin ser utilizado, porque no tenía suficiente presupuesto para comprar un camión de última generación. Tuvo que adaptarlo como un “camión para vender comida”.
Al buscar y mirar oportunidades se encontró con E for All. “Es una organización que apoya y sirve como incubadora de empresas”, afirmó. Andrés participó en el concurso “Acelerador de Negocios” y en “Lanza tu Idea”, donde lo ayudaron con dinero, con clases totalmente gratis de contabilidad, marketing y finanzas. E for All hizo que mi emprendimiento se solidificara, me ayudó a plasmar la idea de mi negocio en el papel, fue un trampolín y un impulsor importantísimo en todo el proceso de “Perros Paisas”.

“Soy feliz, a mí realmente no me hace falta nada, uno madura, ve la vida con otro sentido, llegué con el orgullo arriba, mirando por encima del hombro hasta que yo mismo me di tres cachetadas y me dije hermano, aterrice, los títulos guárdelos y arranque, la lección de vida, de humildad que he encontrado en el camino es muy grande”, Andrés Jaramillo, dueño de Perros Paisas.
Jaramillo se define como un creyente y valida la existencia de un ser supremo. “Dios es el ´Parcero´ que nos ayuda y cuida desde arriba”, indicó al afirmar que el amor es el sentimiento que nos inspira y añade pasión.
Su emprendimiento necesitaba seguir creciendo y fue cuando conoció a Carlos Espinoza, director de Small Business en aquel entonces. “Literalmente fue un ángel para mi emprendimiento, creyó en mi idea de negocio y se puso la camiseta, como decimos de manera coloquial en Colombia, mi país de origen, él me devolvió la esperanza y la ilusión de hacer empresa en este país. Mi esposa y Carlos siempre estuvieron alentándome y buscando soluciones a los inconvenientes que iban surgiendo”, manifestó.
El negocio del carrito de comidas fue todo un éxito, tanto que pensó en construir otro a principios del 2020, pero fue el año de la pandemia, razón por la que tuvo que posponer la construcción del segundo food truck. “Finalizando el 2020 se nos presentó una oportunidad única de tomar un local y tener un sitio fijo para nuestro emprendimiento. Era una decisión difícil ya que nos encontrábamos en plena pandemia y las ventas no eran las mejores, pero sin renunciar a nuestra convicción de emprendedor, aventurero y soñador decidí junto con mi esposa no dejar pasar esta oportunidad y después de casi 5 meses de mucho esfuerzo y sacrificios, en medio de la pandemia logramos abrir nuestro primer restaurante”, indicó.
Para Andrés no hay mayor felicidad que la vida de sus hijos y para él, el trabajo es igual a bendición. “Perros Paisas es mucha felicidad y satisfacción, es sentirse demasiado orgulloso porque sacar prácticamente de la nada una idea y convertirla en algo que no solamente me genera ingresos a mí, sino a muchas personas que están involucradas, todos le metemos empeño para seguir creciendo”, aseguró, mientras la entrevista llegó a su fin, se despide con la clara convicción de que un día no muy lejano tendrá su propia cadena de restaurantes con el sello “Paisa”.