El candidato a Fiscal del Condado Suffolk y concejal de Boston, Ricardo Arroyo, tras las denuncias sobre supuestas agresiones sexuales cuando era un adolescente y expuestas hace dos semanas en una investigación periodística realiza por el diario Boston Globe, se presentó hoy ante la jueza Debra Squires-Lee, en el Tribunal Superior de Suffolk, a quien le solicitó poder acceder a los archivos de la investigación, para demostrar que las acusaciones de agresión sexual de 2005 en su contra son infundadas, afirmó.
Durante una audiencia de este jueves por la tarde en el Tribunal Superior de Suffolk, la jueza Debra Squires-Lee dijo que podría tomar una decisión sobre la orden de emergencia solicitado por Arroyo tan pronto como sea posible y que iba a revisar minuciosamente los documentos.
Las acusaciones de agresión sexual han sacudido la campaña de Ricardo Arroyo para Fiscal del Distrito Suffolk. Estas revelaciones afirman que fue acusado dos veces de posible agresión sexual cuando era adolescente, aunque nunca fue castigado penalmente. Arroyo ha negado rotundamente haber agredido sexualmente a alguien.
La jueza Squires-Lee, afirmó que revisaría los documentos solicitados y agregó que su intención era emitir una decisión final el jueves, quizás en algún momento de la noche.
Afuera del juzgado después de la audiencia, Arroyo visiblemente afectado reiteró una vez más su inocencia. «Más allá incluso de esta carrera para la fiscalía, esta es mi vida y creo que es importante que la gente entienda la trascendencia de estos hechos, porque hoy y el resto de mi vida tengo que vivir con estas acusaciones, porque están en el espacio público. Creo que es justo que las conclusiones de la investigación también se hagan públicas”, expresó.
Arroyo endilgó que la filtración ilegal de documentos, en donde lo acusan de agresión sexual y hechas públicas a pocos días de la contienda electoral primaria obedecen al deseo de obtener ganancias políticas, “pero esto es un delito”, puntualizó.
La policía de Boston investigó dos conjuntos de acusaciones de agresión sexual contra Arroyo. En el caso de 2007, una niña de 16 años le dijo a la policía que estaba bebiendo en una fiesta y creía que Arroyo, que entonces tenía 19 años, pudo haberla violado. Esa investigación se cerró sin cargos penales, y la semana pasada, la mujer que hizo la acusación original dijo que Arroyo no la violó. “Estas son acusaciones graves y como lo he dicho antes, son falsas”, aseguró Arroyo en un comunicado el pasado martes.
“Todo lo que obtuvo el Boston Globe fue una denuncia policial. No obtuvieron nada del producto de la investigación. No entendieron nada de lo que dijeron los detectives asignados a este caso. Falta toda esa información. Esa es la información que fui a obtener a la corte”, expresó el acusado y candidato a Fiscal de Suffolk.
Después de que la mujer del caso de 2005 concediera una entrevista al Boston Globe, Arroyo, un exdefensor público, vio desaparecer su respaldo político a su candidatura como Fiscal de Suffolk, por parte de la alcaldesa de Boston, Michelle Wu; los senadores Elizabeth Warren, Edward J. Markey; y la representante Ayanna Pressley.
Pero la semana pasada, Arroyo realizó una conferencia de prensa para rechazar el reporte del Boston Globe que reveló que había sido acusado dos veces de posible agresión sexual en 2005 y 2007, aunque nunca fue acusado. Arroyo declaró que nunca agredió a nadie y nunca fue informado de ninguna investigación.
El concejal de la ciudad de Boston, de 34 años, sugirió que estaba siendo blanco de una campaña de difamación política. Muchos de sus partidarios más visibles, incluidos los senadores estadounidenses Elizabeth Warren y Edward J. Markey, y la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, lo dejaron solo.
La mujer supuestamente agredida sexualmente dijo que estaba tan sorprendida por la respuesta de Arroyo que se sintió obligada a hablar.
“Me hace sentir enferma, enferma del estómago”, dijo en una entrevista el lunes por la noche, poco después de comunicarse con el Boston Globe. “Veo a tanta gente que continúa apoyándolo sin saber más. Como posibles fiscales de distrito, las mujeres no se sentirán seguras llamando a su oficina. Sus casos no serán escuchados. Todas esas personas que tendrán miedo de presentarse”, expresó.
La supuesta víctima dijo que respalda todo lo que alegó a la policía sobre Arroyo en 2005: el sexo bajo coacción, la manipulación mental, las amenazas que le envió. Comentó que no llevó el asunto a los fiscales hace años porque le pareció que los funcionarios de la Escuela de Matemáticas y Ciencias John D. O’Bryant escucharon sus preocupaciones e inmediatamente tomaron medidas. “No vi a Arroyo en la escuela por el resto del año escolar. Había sido traumático. Era más fácil terminar la escuela y hacer lo que tenía que hacer. Solo quería terminar la escuela secundaria e ir a la universidad”, manifestó.
Para ver noticias recientes relacionadas aquí.