El martes 26 de abril los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que más de la mitad de todos los residentes de Massachusetts se han contagiado de COVID-19, la mayoría de ellos desde diciembre con el repunte de la variante ómicron.
A nivel nacional, casi el 60 % de todos los estadounidenses han contraído el virus desde que comenzó la pandemia, indicaron los CDC. Antes de diciembre, solo un tercio de los habitantes del país habían contraído el COVID-19, pero a finales de febrero ese número aumentó a alrededor del 58 %.
La variante omicron fue el factor determinante. El repunte más dramático se registró entre los niños menores de 11 años. Las autoridades estimaron que antes del invierno solo el 44 por ciento de los menores en ese grupo de edad había sido infectado, en comparación con el 75 % que ha contraído el coronavirus después.
Los funcionarios de salud sostienen que vacunarse sigue siendo la mejor manera de protegerse contra el COVID-19.
«La vacunación sigue siendo la estrategia más segura para prevenir las complicaciones del virus (COVID-19), incluida la hospitalización entre niños y adultos», indicó en el nuevo informe la Dra. Kristie Clarke, investigadora de la agencia que dirigió el estudio.
Si bien con la variante ómicron los casos aumentaron en Massachusetts y en muchas partes del país, el número de hospitalizaciones tuvo un crecimiento lento y las muertes disminuyeron.
Pero incluso entre los hospitalizados por COVID-19, menos pacientes necesitaron oxígeno o tratamiento en unidades de cuidados intensivos, señaló la directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walensky.