ir al contenido

Polémica por nueva temporada del programa de comidas al aire libre

Nuevos requisitos se implementan tras reclamos recibidos por parte de residentes en ciertos vecindarios

Restaurante con mesas al aire libre. (Foto: Guia chelseama.gov)

A medida que el área de Boston adoptó las comidas al aire libre en los últimos dos años, el programa se ha logrado convertir en un éxito. Para los dueños de pequeños negocios representó una forma creativa de mantener a la clientela activa; mientras que para los residentes se volvió un plan perfecto para pasar un buen rato y comer cosas deliciosas.

La ciudad se prepara para la nueva temporada que entrará en vigor el 1 de abril. Muchos restaurantes ya han enviado solicitudes para tener sus áreas al aire libre, algunos utilizando parking privado, aceras u otros espacios públicos.

Restaurantes en el área de Boston iniciando montaje de espacios para comer al aire libre. (Foto: El Planeta Boston)

Para la mayoría de los vecindarios se anunciaron ciertos cambios en cuanto a requisitos, horarios y sitios disponibles; especialmente para North End, donde la alcaldesa Michelle Wu informó que un equipo comunitario estaría analizando pautas específicas debido a la densidad de restaurantes en el área.

Nuevas medidas nacieron tras análisis de las autoridades para optimizar el programa. También, a través de procesos de participación con residentes, algunos de los cuales realizaron denuncias en materia de ruido, uso inapropiado de la vía pública como banquetas, jardineras y lugares de estacionamiento con parquímetro.

Luego de varias reuniones, funcionarios consideraron ciertos aspectos para implementación o modificación de lineamientos del programa. Todo esto ha generado una polémica entre propietarios, funcionarios y residentes.

Comer al aire libre en Boston

Solo un local con licencia puede solicitar un permiso temporal para comidas al aire libre. Múltiples departamentos de la ciudad deben revisar las solicitudes para la extensión, ya sea en propiedad privada, aceras públicas o calles públicas.

En Boston, algunos pequeños negocios se han visto afectados por los nuevos requerimientos de la alcaldía. Sobre todo, porque los gastos para poder operar este año podrían salirse de su presupuesto.

Para la nueva temporada, a los restaurantes con espacios en la calle solo se les están permitiendo barreras de concreto o las que están rellenas de agua. Ya no están permitidas las de madera que se usaron anteriormente.

«Las barreras de agua, cada una cuesta como $300 y dependiendo del tamaño que te den (las autoridades de la ciudad), necesitas entre cuatro u ocho. Entonces, mínimo te gastas por encima de mil dólares», dijo Bessie King, dueña de Villa México Café.

Barreras permitidas para zonas de comida al aire libre. (Foto: Guia Ciudad de Boston)

«Además del dinero, el problema es dónde las vas a guardar después que termine la temporada o (también) si el próximo año será un requerimiento diferente», añadió.

Ahora bien, las barreras de cemento son otra historia, esas pueden alquilarse por día o mes. King estuvo averiguando para su negocio y el costo sería de $79 por barrera mensuales. De acuerdo a su necesidad, estima alquilar seis barreras con las que va a trabajar por siete meses, esto daría un total de de $3 mil.

Funcionarios de Boston han aclarado que los restaurantes deben conseguirlas por su cuenta. «La ciudad no asume ninguna responsabilidad, financiera o de otro tipo, por alquileres o compras realizadas para las extensiones de los espacios de comida al aire libre», señala un comunicado.

No hay tarifa por realizar la solicitud, con la excepción de Beer Gardens con capacidad para más de 150 personas.

Además, este año, se están organizando una serie de seminarios web sobre el programa y todos los restaurantes solicitantes deben participar. Sin embargo, los horarios no son flexibles y para algunos propietarios ha sido difícil sacar tiempo.

«Tienes que asistir a un entrenamiento virtual sobre la guia que debes seguir para el programa. Dura como una hora en fechas determinadas y en medio del día. Si un tiene un negocio no son horas accesibles», contó King.

Asimismo, «no hay traductor disponible no sabes si la persona va a poder tomar el curso que es un requerimiento para que se le apruebe la solicitud»

Sin embargo, en su web oficial, la ciudad aclara que está ofreciendo asistencia personalizada gratuita para los que necesitan traducción u otra ayuda para completar la solicitud de comidas al aire libre de 2022 e invitan a comunicarse con outdoordining@boston.gov para atención personalizada.

El resto de requisitos se ha mantenido similar a temporadas pasadas. Los patios funcionarán de domingo a jueves, las áreas deberán cerrar a las 9:30pm y los clientes tendrán que salir del lugar a las 10:00 pm. Los viernes y sábados, el cierre será a las 10:30pm y los clientes deberán estar fuera a las 11:00 pm.

La temporada cierra a finales del mes de diciembre.

Restaurantes en North End

Los espacios al aire libre ​​a lo largo de Hanover Street en North End se convirtieron en una opción muy popular debido a la cantidad de negocios que hay en la zona.

Los funcionarios tenía planeado restablecer el programa en North End, tal como en temporadas pasadas, tomando en cuenta que el lugar concentra varios bares y restaurantes que se han ganado la preferencia del público por tratarse de un ambiente vibrante que ofrece múltiples opciones para disfrutar.

Sin embargo, autoridades se golpearon con el rechazo por parte de algunos residentes de la zona, quiene argumentan que la implementación del programa afecta su calidad de vida y empeora el tráfico en el área. Tanto así que realizaron una audiencia en la que pudo participar toda la comunidad.

“Tengo una discapacidad visual. Hanover Street es la calle principal y durante (el programa de) comidas al aire libre es casi imposible para mí caminar por la acera”, dijo Mary McGee, de la Asociación de Residentes de North End / Waterfront (NEWRA, en el foro comunitario en el mes de febrero.

Para llegar a un acuerdo, plantearon intensificar los requisitos de los solicitantes con medidas especiales para el vecindario. También anunciaron mayores medidas de y opciones de parking en los garajes de propiedad de la ciudad.

North End durante temporada de comidas al aire libre, junio 2020. (Foto: BostonTransportation @BostonBTD)

John Romano, el enlace del vecindario de North End de la ciudad, expuso el jueves 17 de marzo los planes específicos para los próximos meses. Por un lado, la temporada inicia a partir del 1 de mayo y termina en septiembre con jornadas de 30 minutos menos que en el resto de la ciudad, señala Boston Herald.

La ciudad también presentó algunos planes de parking, unos 130 espacios que anteriormente fueron asignados a restaurantes ahora serán para los residentes del vecindario.

Y luego está la tarifa de $7,500 por cada restaurante que opte por entrar al programa. Ese dinero, sumado a los $450 mensuales por cada sitio de parking que usen como área para comidas, se quedará en el vecindario para servicios específicos de North End, dijo Romano, como la limpieza de calles y aceras.

«Los terribles costos requeridos para que los miembros de nuestra comunidad puedan participar en el programa de comidas al aire libre nos han hecho perder la confianza en los líderes (…) Nos han acorralado con los costos absurdos y francamente inasequibles que son necesarios para salvar nuestros negocios», señaló Uva Gustosa, del restaurante Nonna’s Boot.

Según los informes, varios propietarios de restaurantes de North End se reunieron con un abogado esta semana para discutir la posibilidad de presentar una demanda contra la ciudad. Mientras tanto, los restaurantes del barrio han estado compartiendo una carta abierta en las redes sociales, que dice en parte:

Nosotros, a «Comunidad de restaurantes del North End», estamos conmocionados y consternados por los estrictos requisitos, las tarifas exorbitantes y la discriminación evidente que nos impone la alcaldesa Michelle Wu y la ciudad de Boston (…) El North End de Boston es una de las áreas más antiguas, históricas, populares y queridas de toda la ciudad. La gente viene de todo el país y del mundo para visitar y experimentar la rica cultura e historia (…) Por lo tanto, cenar al aire libre se suma a la experiencia de los muchos turistas que visitarán Boston.

Dicha carta ha sido publicada por restaurantes como Caffe Dello Sport, Carmelina’s, Arya Trattoria, Terramia Ristorante, Monica’s, entreo otros.

Wu mantiene su postura y ha defendido las tarifas, citando la necesidad de tratar el vecindario de manera diferente debido a la calidad de vida de los residentes.

Qué pasa en ciudades como Chelsea

Este año el programa ha generado opiniones divididas. Algunos propietarios de Boston, incluso, han asomado que en otras ciudades como Chelsea los requisitos para entrar al programa de comidas al aire libre son más flexibles.

Primero, deben tomarse en cuenta las diferencias entre comunidades, vecindarios y poblaciones. «Boston es una ciudad diferente, más movida y con zonas super turísticas. La nuestra (Chelsea) es más humilde. También hay otra realidad, porque en el centro de Boston o en el North End la gracia es salir a comer y disfrutar del ambiente, que pase un auto a tu lado. En cambio, en Chelsea, los dueños de restaurantes nos han dicho que  la comunidad latina no es como a la que más le gusta comer afuera», explicó Lourdes Alvarez, Community Outreach Manager de Chelsea.

Los restaurantes en Chelsea pueden ofrecer comidas al aire libre desde el próximo mes de abril hasta el 31 de diciembre. El programa cumple tres años, surgió tras el COVID-19 luego de permitirse el uso temporal la licencia de alcohol, lo que ha beneficiado a varios propietarios, además de las ayudas por parte de la ciudad.

Negocios de la ciudad de Chelsea con espacios para comer en la vía pública. (Foto: Web ciudad de Chelsea)

«Si uno quiere vender alcohol afuera tiene que ir a la comisión de licencias del estado y pedir un permiso para la venta de alcohol en exteriores. Con el permiso temporal, los restaurantes que ya tienen su licencia pueden también servir afuera sin problema», dijo Álvarez.

En Chelsea, el programa también ha cambiado con los años. Incluso la ciudad indica en su página web que ha modificado los permisos para nuevas solicitudes. «En el primer año  había muchos negocios que no tenían para inversión inicial, entonces la ciudad lo que hizo fue con una artista intervenir algunas barreras de madera para los restaurantes», señaló.

Asimismo, contó que en la primera temporada todo debía levantarse a la medianoche, mientras que en el segundo año ya podían dejar las mesas, plantas, decoración y usar el espacio de parqueo.

Para aquellos interesados en solicitar para Chelsea, la ciudad destaca los siguientes aspectos:

  • Propiedad privada: los propietarios de restaurantes pueden solicitar cenas al aire libre en propiedades privadas, como estacionamientos.
  • Aceras: el Departamento de Servicios de Inspección (ISD) primero trabajará con el propietario para identificar un espacio apropiado en la acera para el restaurante.
  • Otros espacios públicos: se puede solicitar la instalación en áreas públicas cercanas, como calles o estacionamientos. En estos casos, tanto ISD como la Comisión de Tráfico deberán aprobar las solicitudes de permisos.
  • Servicio de alcohol: con cada una de estas opciones, si actualmente el solicitante tiene una licencia de vender alcohol, también pueden servir ese tipo de bebidas al aire libre.

En la web oficial de la ciudad puedes obtener la guía con las reglas y regulaciones del programa de comidas al aire libre. No hay tarifa por realizar la solicitud.

Cabe acotar que los requisitos de Chelsea son independientes de Boston, por tratarse de ciudades distintas. A pesar de su cercanía, en cada una, sus residentes y visitantes llevan la vida de manera diferente. Los restaurantes o pequeños negocios en una u otra se verán afectados por ordenanzas de sus autoridades.

Por su parte, Chelsea insta a los comerciantes a participar en la iniciativa y abrirse a nuevas oportunidades para impulsar la economía. Incluso la ciudad estará realizando actividades y festivales en el centro para incentivar a sus residentes.

«Cuando se expone a los residentes a algo distinto, siempre existirán unos a quienes les va a gustar más y otros menos; pero por lo menos tienen una opción más para elegir», comentó Álvarez, quien invitó a los propietarios de negocios interesados a escribir al e-mail lalvarez@chelseama.gov.

Últimas Noticias