Tras el pico de la pandemia, los servicios de prevención y seguimiento de enfermedades se vieron gravemente afectados en Massachusetts. Como consecuencia, los hospitales del estado están al borde del colapso ante la falta de personal, atención de consultas médicas y cuidados intensivos en pacientes que postergaron sus tratamientos.
Esta vez la capacidad de los sistemas sanitarios no se encuentra amenazada por los casos de COVID-19, incluso cuando están aumentando en todo el estado. Según The Boston Globe, los pacientes están visitando los hospitales por distintos problemas de salud: ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, sobredosis de drogas, huesos rotos, entre otros.
Un conjunto de factores está alimentando la crisis. Muchos pacientes con enfermedades crónicas empeoraron tras posponer sus citas médicas durante la pandemia. Además, algunas de las cirugías programadas para el 2020 fueron reagendadas, lo que tuvo un impacto en la salud de las personas más vulnerables.
Los hospitales también están viendo un número récord de adultos y niños que padecen afecciones de salud mental, una crisis que empeoró durante la pandemia y cientos están esperando camas de tratamiento psiquiátrico, informó el Globe.
En varias instituciones hospitalarias aumentaron los tiempos de espera. Según una investigación de Boston 25 News, con base en datos de hospitales de Massachusetts, a una persona puede tomarle alrededor de una hora tener un primer contacto con el servicio de urgencias.
La espera cada vez es más larga debido a que los pacientes llegan al hospital con enfermedades más avanzadas y por ende, se incrementa el tiempo que deben pasar internados. La media de tiempo que pasan los pacientes hospitalizados en el Massachusetts General Hospital, subió de unos siete días a unos ocho en los últimos dos años, indicó el Globe.
Es decir, cuando un paciente pasa un día más en una cama, otro debe seguir esperando a que la desocupe.
Los médicos se esfuerzan por atender tanto como sea posible, pero la cantidad de pacientes supera al personal. Ante este panorama, recientemente la Asociación de Hospitales y Salud de Massachusetts alertó sobre una difícil temporada de invierno pues un repunte COVID-19 llevaría a que cada vez más personas necesitarían ser ingresadas, informó The Boston Globe.