Por Jeaneth D. Santana
Puertas cerradas y luces apagadas en el icónico restaurante cubano El Oriental de Cuba, es el reflejo de la inmensa tristeza que invade a familiares, trabajadores y amigos, por la partida de Nobel García, tras luchar por más de 7 años contra el cáncer. La esquina de la Centre Street, en Jamaica Plain, luce diferente, un vacío se respira en el ambiente, una hoja blanca pegada en la puerta principal del Oriental anuncia que su dueño falleció, comunicado que trae inmerso que los amigos no tendrán más una tertulia mañanera, que el padre no bendecirá más a sus dos hijas y que la nieta no podrá nunca más abrazar a su abuelo.
Nobel García dejó huellas imborrables en el vecindario de Jamaica Plain. Sixto López, ha vivido en este barrio por 40 años, es de nacionalidad cubana y lo conoció hace muchos años, aunque no era su amigo, lo respetaba por ser una buena persona, muy trabajadora y muy servicial con todos. López está casado con la dominicana Wendy Tejeda, dueña del restaurant The Old Havana Cuban Restaurant. Ella lamenta profundamente su partida, recuerda que en 1998 trabajó con Nobel, se inició lavando platos y luego en la cocina. “Fue muy bueno conmigo, lo recuerdo con mucho cariño porque me ayudó cuando yo llegué, me daba muchos consejos, recién llegada, no sabes nada, no conoces, siempre venía y me tocaba el hombro cuando yo estaba triste porque sabía que había dejado a mis hijos y me decía mama todo va estar bien, incluso cuando le decía que no podía ir a trabajar, me decía tómese su tiempo mama, esas son cosas que nunca las voy a olvidar de él, me apoyó bastante emocionalmente”.
Beatriz Couho, es de México y a parte de trabajar con Nobel durante 8 años, fue su amiga por 25. Al hablar de él, no puede evitar llorar, llorar por ese amigo, que le tendió la mano cuando llegó a Boston. “Siempre lo llevaré en mi corazón, lo recordaré como una persona muy alegre, humanitaria. No le importaba quién eras, lo único que quería era ayudarte, fue mi consejero. Luchamos juntos en su enfermedad, le traje medicamentos de otros lugares, pero Dios sabe por qué se lo llevó, fue una verdadera batalla campal, pero él nunca se dejó vencer, siempre estaba de pie buscando cómo salir de la enfermedad. Para mí, Nobel siempre fue y será una maravillosa persona que jamás olvidaré”.
Cada mañana, por más de 20 años, los puertorriqueños Toni Molina y Jaime Rodríguez, se tomaban un cafecito cubano con Nobel García, lugar que fue denominado entre ellos como “La Oficina”, muchas veces lo acompañaban otros amigos. “Nobel García era una persona excepcional, un ser humano increíble. Nobel García no era amigo de Jaime y Tony, Nobel García era nuestro hermano, yo sé que Nobel debe estar en un sitio muy especial con Dios porque Nobel era una persona muy especial, lamentablemente perdimos a un hermano”, comentó Toni Molina, quien dijo que el mejor legado que les deja es la amistad, la hermandad, su carácter y su sonrisa. “Él siempre estaba riendo, nunca lo vi con mala cara, lo vamos a recordar siempre y lo echaremos mucho de menos por el resto de vida que nos quede a nosotros”.
Jaime Rodríguez, siente un vacío profundo por la partida de su amigo de 30 años. “Es una leyenda por haber sido un hombre bueno, comprometido con las necesidades sociales de nuestra comunidad, por ayudar siempre a las organizaciones sin muchos peros para decir sí”. Tanto Tony como Jaime coinciden que será muy duro regresar al Oriental de Cuba a tomarse ese cafecito, pero aseguraron que regresarán cada mañana, para rendirle homenaje, para no olvidarlo. “La primera vez que nos sentemos otra vez en La Oficina será muy difícil para nosotros, pero no queremos dejar de ir porque sabemos que Nobel, no estará físicamente, pero estará allí siempre con nosotros espiritualmente, es una forma de recordarlo, de mantenerlo vivo”.
La cubana Regla González, afirmó que es muy difícil expresar los sentimientos en palabras cuando conoces a esa persona casi 50 años y que no sólo ayudaba a la comunidad cubana, sino que fue un ícono en la comunidad latina porque no había grupo étnico ni organización que le pidiera ayuda y se negara, siempre estuvo dispuesto a colaborar con todo lo que cada uno de nosotros llevamos a cabo. “Era un hombre cariñoso, un hombre piadoso siempre listo para ayudar, era muy sencillo, yo lo voy a extrañar terriblemente, siempre con una sonrisa le daba la bienvenida a todos quienes llegaban a su restaurante, nunca estableció diferencias con nadie, era un hombre jovial, atento, noble y de buenos sentimientos”.
Kimberly Piña, es la actual administradora del Oriental de Cuba, comenzó como mesera y fue asistente de manager, ha trabajado en el restaurante por 13 años. Pero, más que su jefe, Nobel García es y será siempre su segundo padre dijo. “Él le decía a todo el mundo que yo era como su hija, mi hija era su nieta, incluso le llevé a la niña al hospital hace una semana, aunque no pudo responder con palabras respondió con una gran sonrisa, le agarró la mano, la relación que teníamos era de un padre y una hija, yo viví con él sus mejores y peores momentos, al lado de sus dos hijas Ivonne y Lisette. Me duele tanto, pero tanto su partida, estoy destrozada, lo recordaré como el mejor hombre, a parte de mi papá, que he conocido, me ayudó en mis peores y mejores momentos”.
Nobel García, vivió 60 años en Jamaica Plain, nació en Cuba el 11 de marzo de 1946 y falleció en Boston el 18 de noviembre de 2021. El restaurante va a seguir, Ivonne García, una de las hijas de Nobel, tomará las riendas del Oriental de Cuba. Kimberley, seguirá siendo la administradora, y el resto de los empleados seguirán en sus puestos de trabajo, así su legado continuará, así se lo prometieron sus seres queridos… Descansa en Paz Nobel García.
El velorio de Nobel García, se realizará el domingo 28 de noviembre, de 1 a 6 pm, en Mann and Rogers Funeral Home, ubicada en 44 Perkins Street, Jamaica Plain. La misa se realizará el martes, 30 de noviembre, a las 10 de la mañana, en la iglesia Holy Name Church, ubicada en el 1689 Centre Stret, West Roxbury.
