Este martes subió el telón de una nueva jornada electoral en Estados Unidos, con Virginia como protagonista, estado que elegirá nuevo gobernador. A primera hora abrieron las urnas en un proceso que busca al ganador de la contienda entre el empresario republicano Glenn Youngkin y el exgobernador demócrata Terry McAuliffe.
Sin embargo, más allá de los candidatos, sus colores y promesas, son los electores quienes traen consigo una serie de problemas a resolver en la entidad y que esperan que el ganador ataque más temprano que tarde.
El contexto: Usualmente, es uno de los estados que celebran elecciones un año después de la contienda presidencial. A menudo, se ve como un indicador de la salud de los partidos y una previsión de las elecciones midterm, previstas para 2022.
- También son las primeras elecciones que se realizan durante la administración Biden, que tiene poco más de 10 meses en el cargo, y la primera vez en las que el expresidente Trump no está en la boleta.
- Al menos 1.137.656 votantes enviaron sus boletas electorales anticipadas, lo que representa aproximadamente una quinta parte de los 5,9 millones de electores del estado, informa la firma TargetSmart.
La cifra: Al menos un tercio de los votantes pone como prioridad resolver el tema económico, de acuerdo con el más reciente exit poll de Edison Media Research para el National Election Pool. La encuesta a boca de urna permitió apuntar a los temas que los habitantes del estado esperan se superen con éxito.
- Según el estudio, poco menos de dos de cada 10 dijeron que los impuestos o el coronavirus eran sus principales problemas, y aproximadamente uno de cada 10 apuntó al aborto.
- Respecto a la pandemia del COVID-19, poco más de cuatro de cada 10 votantes indicó su postura de rechazo contra los empleadores que exigen a sus trabajadores estar vacunados contra el virus.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post
