Por: Manilo Méndez
Cuando El Salvador estaba en medio de una guerra civil en la década de los ‘80, los rebeldes emitieron un comunicado diciendo: “Si el gobierno hiciera tanto por el pueblo de El Salvador como el Padre Flavian Mucci, un estadounidense, depondríamos las armas».
Durante 54 años, a través de muchos desastres naturales y una guerra civil, el Padre Flavian se mantuvo firme en el servicio a los pobres de El Salvador. El pasado 25 de septiembre, desafortudadamente este servidor pasó a la vida eterna, debido a complicaciones tras contraer COVID-19. No obstante, su legado continúa vivo.
Nacido en Boston el 1 de marzo de 1935, el Padre Flavian se graduó de East Boston High School en 1952. Posteriormente estudió para el sacerdocio y fue ordenado miembro de la Orden de los Frailes Franciscanos de la Provincia de la Inmaculada Concepción en 1963, tomando el nombre religioso de Flavian.
Después de servir en las misiones en Honduras y Guatemala, el Padre Flavian pasó los siguientes 54 años sirviendo al pueblo de El Salvador. Fundó la Aldea Infantil SOS para niños abandonados y la Asociación de AGAPE de El Salvador.
Una Navidad, solo en su parroquia y en un nuevo país, el Padre Flavian decidió invitar a todas las personas sin hogar que vivían en las calles, a unirse a él para la cena de Navidad. Esto lo inspiró a abrir el primer comedor de beneficencia, que ha seguido alimentando a los pobres durante más de medio siglo bajo el nombre de AGAPE, que pasó de ser un pequeño comedor de beneficencia a uno de los servicios humanitarios más grandes del país.
Para las necesidades espirituales de la gente, AGAPE incluye un santuario, una capilla de la Divina Misericordia y una línea directa de ayuda de oración abierta las 24 horas.
Para las necesidades humanitarias de las personas, AGAPE incluye comedores populares, hogares para ancianos, clínicas médicas y dentales, incluida la Clínica de Diálisis y la Clínica Covid, una guardería, programas extracurriculares, talleres que enseñan más de 25 oficios, una emisora de radio y una emisora de televisión, que llevan la programación religiosa a la población de las zonas rurales.
Para cubrir los costos de los proyectos humanitarios, AGAPE opera un restaurante, un hotel y salones para eventos con personal que ellos mismos capacitan. AGAPE también opera escuelas primarias, secundarias y escuelas para niños con necesidades especiales. Los alimentos para los pobres se distribuyen diariamente en AGAPE y los camiones entregan alimentos a familias en las zonas rurales.
Durante este tiempo, ha recibido cientos de premios, del Papa, de gobiernos, del pueblo de El Salvador y otros países por su labor humanitaria, incluido el Hijo Más Meritísimo de El Salvador, el Honor más alto otorgado a un civil.
Su biografía ha sido publicada en español, como “FLAVIAN MUCCI:Actuar sin descanso. Amar sin condiciones «.
Agradecemos a todos los que han ayudado de alguna manera a permitir que el Padre Flavian lograra su sueño y estar al servicio de un país necesitado.
Un talentoso jugador de béisbol en su juventud, el Padre Flavian siguió siendo un ávido fanático de los Medias Rojas. Viajó, concedió entrevistas y sirvió a su gente, siempre con una gorra de béisbol de los Boston Red Sox.
Se ha declarado un período de luto de tres días en Sonsonate y El Salvador y todas las banderas están ondeando a media asta. Está previsto que un delegado del Papa bendiga su tumba.
Debido a las restricciones de Covid, las misas conmemorativas se llevarán a cabo en el futuro en Boston y El Salvador.
