Cuando la crisis en Afganistán alcanzó un punto máximo en agosto, Donald Trump retomó conversaciones con sus asesores sobre si debería anunciar su campaña presidencial para 2024. Pero estos le pidieron paciencia en respuesta a su solicitud, según tres personas familiarizadas con las discusiones, que hablaron bajo condición de anonimato.
El contexto: Algunos de sus asesores estaban preocupados de que los demócratas usaran su anuncio con fin de enmarcar las elecciones de mitad de período en torno a su candidatura, lo que podría impulsar su propia aspiración y obstaculizar sus planes si los republicanos se quedan cortos el próximo año.
- Los asesores argumentaron que podría ser más efectivo elegir republicanos de ideas afines el próximo año si él mismo no fuera un candidato oficial.
- Un anuncio de campaña forzaría una reorganización en su aparato de recaudación de fondos recién formado, advirtieron los asesores.
- Los argumentos convencieron a Trump, al menos por el momento. En lugar de un anuncio de campaña presidencial, el expresidente de 75 años se ha decidido por una estrategia de guiños y asentimientos.
- De momento Trump actúa como un candidato a un cargo público y deja en claro que tiene la intención de serlo nuevamente, sin que él mismo lo declare, reseñó The Washington Post.
¿Qué dicen? “El punto más importante que llevamos a casa fue que él no quiere ser dueño de las elecciones intermedias si no recuperamos la Cámara (de Representantes) o el Senado”, argumentó una persona familiarizada con las conversaciones.
- “Él mantiene tácitamente al público de 2024 al tanto de que nadie puede mover un músculo importante hasta que él decida lo que está haciendo”, dijo Kellyanne Conway, una exasesora de Trump en la Casa Blanca.
- “En cuanto a 2024, ha habido un cambio de la intención a la urgencia mientras observa con horror las muchas fallas de esta administración”, añadió Conway, quien se desempeñó como su directora de campaña en 2016.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post.
