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Para muchos en Boston, las políticas de las escuelas públicas de élite desvían temas más importantes a discutir

Carrie Jung

Click here to read this article in English, by WBUR


Justo antes de la cena, la mayoría de los días de la semana, Isabella Kim, de 9 años, se  entretiene con un juego de lenguaje de señas americano que comparte con su hermana Madeline, de 12 años, en su casa ubicada en el extremo norte.

«¿Quién es?» preguntó Madeline mientras le muestra a Isabella una foto de su padre. Rápidamente responde «papá» extendiendo los dedos y colocando el pulgar en la frente.

Madeline Kim, de 12 años, le muestra a su hermana menor Isabella, de 9, tarjetas didácticas mientras juegan el juego de vocabulario del lenguaje de señas estadounidense en la cocina de su casa en North End.  (Jesse Costa / WBUR)
Madeline Kim, de 12 años, le muestra a su hermana menor Isabella, de 9, tarjetas didácticas mientras juegan el juego de vocabulario del lenguaje de señas estadounidense en la cocina de su casa en North End. (Jesse Costa / WBUR)

Ambas niñas están en el sistema de Escuelas Públicas de Boston (BPS, por sus siglas en inglés). Isabella, que tiene problemas de audición, asiste a la Escuela para Sordos Horace Mann, y Madeline acaba de ingresar a la Boston Latin School, una de las tres escuelas de BPS con prueba de admisión.

«En nuestra familia nos enfrentamos a dos fallas distintas del sistema, las cuales están afectando el futuro de nuestras hijas «, dijo Charlie Kim, el padre de las niñas.

El año pasado, cuando su hija se encontraba entre el grupo de solicitantes para las escuelas públicas de élite, Kim observó el debate sobre los criterios de admisión y el acceso a estas. Pero para ese momento también estaba tratando de lidiar con un asunto mucho más urgente: los graves daños ocasionados por el agua en las instalaciones de la escuela para sordos Horace Mann School.

Las tejas del techo del cuarto piso y las paredes están manchadas por goteras del techo en un pasillo en la Escuela para Sordos Horace Mann en Allston.  (Jesse Costa / WBUR)
Techo y paredes manchados por goteras en un pasillo del cuarto piso en la escuela para Sordos Horace Mann School en Allston. (Jesse Costa/WBUR)

El problema con el agua ha sido una constante en la escuela durante años. Cuando WBUR recorrió el edificio en 2019,  el distrito había recién anunciado planes para cerrarlo al final del año escolar 2022, citando importantes daños estructurales.

«Hay cosas afiladas y oxidadas que salen de las paredes», explicó Kim sobre las condiciones actuales dentro de la escuela. «Ves agua goteando en aparatos eléctricos como retroproyectores».

A Kim le frustra que Horace Mann School, que cuenta con infraestructura en mal estado, apenas sea tomada en cuanta. Y, sin embargo, las escuelas de élite reciban mucha atención del comité escolar y del público.

«Creo que no está bien la cantidad de tiempo y esfuerzo y capital político que se invierte en una escuela de élite», dijo. «Entendemos que se trata de una joya, pero debería ser más bien un modelo a seguir en el resto del distrito».

Tejas del techo dañadas debido a la lluvia que gotea del techo en una oficina del cuarto piso de la escuela Jackson / Mann K-8 en Allston.  (Jesse Costa / WBUR)
Techo dañado debido a la lluvia que gotea sobre una oficina del cuarto piso de la Jackson/Mann K-8 School en Allston (Jesse Costa/WBUR)

Si bien las tres escuelas de élite del distrito reciben por parte de la ciudad los mismos fondos que otras escuelas públicas, Kim cree que todo el protagonismo que reciben se obtiene a expensas de otros problemas de las BPS. La mayoría de los edificios del distrito no cuentan con aire acondicionado y el 40% no tiene una biblioteca en funcionamiento.

La concejala de la ciudad, Lydia Edwards, piensa que la extensa historia que hay detrás de las escuelas con prueba de admisión, especialmente la Boston Latin School, es una de las principales razones por las que genera tanto interés.

«Se trata de instituciones que han existido durante cientos de años y hay toda una  historia que viene con eso: buena, mala o como sea», comentó Edwards. «Es algo casi como preguntar ‘¿Por qué Harvard es una institución de élite?’ (…) Es injusto decir ‘¿Por qué ahora están enfocándose en eso?’ Nunca se le ha dejado de dar importancia».

Pero Edwards señala la insistencia en cuanto al tema de las políticas de las escuelas de élite que también existe por parte de los padres.

«En algunos casos, las familias creen que es como tener oro en las manos», señaló.

Esa manera de ver a las escuelas de élite como un tesoro preciado atraviesa los círculos socioeconómicos, desde las familias pobres hasta las acomodadas.

«Estaba con una amiga cuando se enteró de que su hija había entrado en Boston Latin School, y ella empezó a llorar porque sabía que la vida de su hija cambiaría por completo al entrar en esa escuela», recordó Jennifer Nassour, residente de Back Bay y expresidenta del Partido Republicano de Massachusetts.

Barbara Fields, defensora de la educación pública y directora jubilada del área de equidad de las BPS, indicó que los padres de bajos ingresos también sienten lo mismo cuando se trata de las escuelas con prueba de admisión, especialmente Boston Latin School. «Abre puertas», explicó Fields. «Te conviertes en parte de un club exclusivo y también en un club que tiene muchos beneficios (…) Las personas que han asistido a Boston Latin ocupan lugares importantes».

La superintendente Brenda Cassellius admite que las discusiones sobre las tres escuelas de élite del distrito consumen gran parte del cronograma, especialmente considerando que solo uno de cada ocho estudiantes de las Escuelas Públicas de Boston está inscrito en ellas.

«Estoy de acuerdo en que dedicamos una inmensa cantidad de tiempo a hablar sobre las escuelas de élite, cuando realmente necesitamos hablar sobre la salud y el bienestar general y las oportunidades y el acceso para todos nuestros estudiantes en BPS», dijo Cassellius.

Pero ella defiende la cantidad de tiempo y esfuerzo que el distrito dedicó este año a las políticas de ingreso, que ahora considerará factores socioeconómicos además de las calificaciones y los puntajes de los exámenes . Ella dice que fue un gran paso hacia la diversidad, especialmente en Boston Latin School.

«Creo que invertimos el tiempo en algo bueno«, señaló Cassellius. «Considero que fue una importante decisión de equidad para nuestro distrito. Fue muy significativo».

Los cinco principales candidatos a la alcaldía han debatido sobre los criterios de admisión para las escuelas de élite y también han prometido invertir el mismo tiempo en cuestiones más importantes, como renovar los edificios del distrito y ampliar el acceso a implementos o material necesario para las aulas. Paul Watanabe, profesor de ciencias políticas de UMASS Boston, dijo que estas promesas tienden a surgir en cada elección.

«Creo que es un tema que siempre acompaña cada carrera electoral de alcalde, candidatos de ambos lados, que entre sus mayores prioridades está el éxito de las escuelas de Boston», explicó.

Pero Watanabe argumentó que los votantes de Boston generalmente no terminan responsabilizando a los alcaldes por las promesas que hacen sobre las escuelas. Es por eso que él cree que los funcionarios electos casi siempre terminan dirigiendo su enfoque hacia las políticas de las escuela de élite en vez de trabajar por el éxito de todo el sistema.

Para el padre Charlie Kim, ese es un ciclo frustrante, porque deja a las familias batallando por conseguir los recursos.

«Te das cuenta que hay varios padres luchando por lo mismo que tú y no quieres ser quien se lleve todo», dijo. «Porque miras las BPS y te das cuenta de que hay tantas otras escuelas, tantos otros estudiantes, que no están recibiendo ese tipo de apoyo».

Los esfuerzos por reparar el edificio de la escuela de su hija termina siendo como una competencia, agregó. Y eso no es algo que le guste.

Propuestas de los candidatos a la Alcaldía de Boston en educación y pruebas de admisión

A continuación, se muestran algunos aspectos destacados de las propuestas de cada uno de los principales candidatos:


John Barros

  • Quiere utilizar parte de los fondos federales por pandemia para ayudar a que el prekinder sea gratuito para todos los niños de 3 y 4 años en Boston.
  • Usar fondos adicionales de la ciudad para satisfacer las necesidades familiares, como servicios de salud mental y acceso a alimentos.
  • Asegurarse de que el arte esté presente en los planes cada escuela y que todas tengan espacios de juego al aire libre.

Andrea Campbell

  • Cree que presentar examen debe ser un requisito en las escuelas de élite.
  • Planea pedir un préstamo para mejorar las instalaciones escolares.
  • Utilizar fondos federales por pandemia para crear una «cuenta estudiantil» con $ 3,000 por niño, que los padres y cuidadores pueden usar para apoyo académico y socioemocional.

Annissa Essaibi George

  • Cree que el reciente cambio en la política de admisión a la escuela de élite fue apresurado y no se analizó completamente su impacto en todos los estudiantes del distrito.
  • Destinar fondos federales por pandemia a disminuir las disparidades que existen en cuanto a recursos disponibles en las aulas, impulsar servicios de salud mental en el distrito e invertir en el desarrollo profesional de los maestros.

Kim Janey

  • Cree que presentar examen debe ser un requisito en las escuelas de élite.
  • Aumentar el presupuesto de capital de BPS en un 29%.
  • Dará prioridad a la educación, el desarrollo del aprendizaje digital y las mejoras de los edificios escolares al momento de planificar el destino de los fondos federales por pandemia.

Michelle Wu

  • Considera que presentar examen debe ser un requisito en las escuelas de élite.
  • Al momento de distribuir los fondos federales por pandemia, tendrá como prioridad realizar renovaciones en las instalaciones escolares, y también incrementará las fuentes de apoyo para la salud mental en el distrito y ofrecerá más servicios para los estudiantes con discapacidades.
  • Quiere expandir el prekinder universal.

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