El gobernador Charlie Baker emitió este jueves, 19 de agosto, una orden ejecutiva en la cual se exige a decenas de miles de trabajadores estatales estar vacunados contra el COVID-19 antes del 17 de octubre, de lo contrario, se enfrentarán medidas disciplinarias que pueden incluir el despido.
Esta política, que se aplica a aproximadamente 42,000 empleados del Departamento Ejecutivo, contará con exenciones solo en los casos en que la vacunación esté médicamente contraindicada o si «se oponen a la vacunación por motivos religiosos sinceros». Incluye a personal que labora tanto de manera presencial como a distancia.
La Administración Baker señaló en un comunicado que proporcionará más información «en las próximas semanas» respecto a quienes pueden ser exentos de la norma.
De lo contrario, todos los trabajadores deberán demostrar que han recibido las dos dosis requeridas de Moderna o Pfizer, o la monodosis de Johnson & Johnson antes de la fecha límite del 17 de octubre.
Este anuncio se da ante la expansión de la variante Delta del Covid-19, por lo que la Baker destacó en el comunicado que vacunarse es la mejor manera de protegerse a sí mismos y a los demás.
La orden también alienta a las agencias independientes, las instituciones públicas de educación superior, los funcionarios electos, la Legislatura y el Poder Judicial a adoptar políticas similares.