Fuente principal de la noticia: The Hill
Este viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Pski, indicó que el gobierno no culpará a los estadounidenses no vacunados contra la pandemia del COVID-19; sin embargo, compartió la frustración de los gobernadores que luchan por convencer a la población renuente a recibir las dosis.
¿Por qué es importante?: El anuncio de la Casa Blanca busca aplacar la polémica generada por la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, quien más temprano dijo que se debe responsabilizar a los no vacunados por defraudar al resto de los ciudadanos. Dicho estado ocupa el último puesto nacional en tasa de vacunación.
- De acuerdo con Psaki, la administración Biden no debe culpar a quienes no deseen vacunarse. En su lugar, la estrategia del gobierno pasa por seguir informando sobre los riesgos del brote para el entorno de los no vacunados.
- La funcionaria aclaró que el gobierno no tiene la obligación de alentar los mandatos de vacunación; todo lo contrario, Psaki recordó que la Casa Blanca seguirá concentrada en su lucha por distribuir las vacunas.
El dato: The New York Times reveló que alrededor del 66% de los habitantes del país ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el brote, poco menos de la meta establecida por la administración Biden para inicio de mes: 70%.
- La tasa de casos positivos diarios aumentó durante el mes en curso. Según The Washington Post, la primera semana de julio promedió 13 positivos al día, número que se quedó en el camino en comparación con los 43 mil en el más reciente lapso.
- La mayoría de los nuevos casos se relaciona con la variante delta, la cual, indicaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ocupa el 83% de los nuevos positivos.
