Hace una semana, el expresidente Donald Trump anunció que presentará una demanda contra Facebook, Google y Twitter por la suspensión de sus cuentas en redes sociales luego de sus mensajes en medio del asalto al Capitolio.
Aquel episodio del 6 de enero dejó cinco fallecidos y decenas de efectivos de seguridad heridos. La situación despertó en la Cámara de Representantes un segundo juicio político contra el republicano, hecho que no trascendió en el Senado.
Meses después, y con el silencio impuesto aún en las masivas plataformas, Trump decidió tomar acciones legales en las que espera sacar la mejor parte.
Clave 1: Adiós a las redes
Tanto Facebook como Twitter apartaron a Trump de sus plataformas con suspensiones vinculadas a mensajes durante el asalto al Capitolio. En la primera empresa mencionada hubo numerosas reuniones por parte de una junta supervisora que determinó extender la prohibición al republicano al menos hasta el 7 de enero de 2023.
Entretanto, Twitter sigue firme con su postura de apartar de forma definitiva al exmandatario, quien fue considerado una «amenaza» en sus mensajes luego de la insurrección en la sede del Congreso.
Clave 2: El argumento del republicano
Según la demanda, Trump señala que las compañías estaban «trabajando directamente con actores del gobierno para censurar la libertad de expresión». El republicano mencionó como posible evidencia un supuesto vínculo entre Facebook y el gobierno a las restricciones de sus mensajes denunciando fraude electoral.
Tanto el exmandatario como su equipo legal indicaron también que dicha red tuvo presión de parte de legisladores demócratas de aplicar regulaciones que afectaran directamente su figura.
Clave 3: ¿Posible fracaso?
Pese a su decisión, expertos aseguran que la demanda no debería trascender. Eric Goldman, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santa Clara (California), aseguró a The Washington Post que querellas de este estilo suelen fracasar en tribunales: «(Trump) está disputando un juego mediático estándar. Encaja en un patrón más amplio en el que el expresidente presenta demandas y luego no las persigue enérgicamente».
De acuerdo con el experto, «no hay forma de que un demandante haya podido obtener tracción en el pasado, y tampoco hay forma de que Trump pueda conseguir tracción».
Clave 4: Alternativas sin éxito
En medio de la demanda, Trump y sus más cercanos personajes han intentado ejecutar el lanzamiento de plataformas para que los seguidores del republicano estén al tanto de todo lo relacionado con el empresario.
Primero fue «Desde el escritorio con Donald J. Trump», un portal de actualizaciones sobre la vida política de Trump, pero la página duró menos de un mes y en su lugar los seguidores fueron redireccionados a un formulario que invita a suscribirse para recibir información del personaje.
Después apareció Gettr, lanzado por Jason Miller, exportavoz de Trump, página que sufrió un hackeo el pasado 4 de julio. El fundador señaló a Reuters que «el problema se detectó y selló en cuestión de minutos, y todo lo que el intruso pudo lograr fue cambiar algunos nombres de usuario». Hasta el momento se desconoce si el expresidente se unirá a la nueva plataforma.
