En una conferencia de prensa vespertina desde el número 10 de Downing Street, el primer ministro británico Boris Johnson dijo que Inglaterra estaba lista para ir más allá de una de las series de bloqueos más prolongados y restrictivos del planeta, alejándose de una estrategia de salud pública que se basaba en un «mandato legal del gobierno» y pasaba a ser «uno basado en la» responsabilidad personal».
Advirtió que la pandemia no había terminado, pero que era hora de que las restricciones terminaran pronto. Dijo que esto solo era posible porque las vacunas estaban haciendo su trabajo y protegiendo a la población de infecciones y enfermedades graves.
Si las tendencias actuales se mantienen, y Johnson sugirió que lo harían, entonces esperaba la reapertura completa en Inglaterra el 19 de julio, apodado «Día de la Libertad» por la prensa. En ese momento, Johnson previó que todos los clubes nocturnos, museos, salas de conciertos, teatros y estadios deportivos podrían operar sin límites de capacidad o medidas de distanciamiento.
Nuevas acciones
Después de la reapertura, el gobierno ya no presionará a las personas para que trabajen desde casa si pueden.
Si desea concentrarse en un bar abarrotado en el Soho y luchar contra el scrum por una pinta en el mostrador, el gobierno dice que depende de usted decidir si usar la máscara.
Aunque algunos autobuses, subterráneos y taxis pueden pedir a los pasajeros que se cubran la cara, el gobierno dijo que no haría cumplir legalmente las medidas.
Un periódico lo llamó «el big bang» de las reaperturas.
Los asesores científicos dijeron que después del 19 de julio, el gobierno de Inglaterra esencialmente tratará el COVID-19 como la gripe estacional, con algunas excepciones. El gobierno aún exigirá legalmente que aquellos que den positivo por el virus se aíslen por sí mismos. Se esperan nuevas reglas con respecto a los viajes internacionales y las escuelas a finales de esta semana.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino
