La alcaldesa Kim Janey anunció el jueves 17 de junio que se abrieron nuevas solicitudes para formar el Comité Escolar de Boston luego que dos de sus miembros renunciaran tras filtrarse polémicos mensajes de texto con carga racial.
Alexandra Oliver-Dávila, presidenta, y Lorna Rivera eran las únicas latinas del Comité Escolar, ambas renunciaron cuando salieron a la luz unos textos en los que mostraban desprecio hacia los residentes blancos de West Roxbury.
Aunque más del 40 por ciento de los estudiantes de las Escuelas Públicas de Boston son latinoamericanos, sus salidas dejaron al comité de siete miembros con un solo latino, Ernani DeAraujo.
«Hay un vacío que debe llenarse», dijo Janey durante una conferencia de prensa. Si bien animó a «cualquier bostoniano elegible» a postularse, señaló con firmeza los planes para llenar las vacantes con mujeres latinas.
«La equidad en las Escuelas Públicas de Boston no puede esperar. Como alcalde, estoy comprometido a crear oportunidades para todos los niños», indicó. «Quiero invitar a quienes se preocupan por el futuro (…) a que consideren esta importante oportunidad de servir».
Janey nombró a Betty Francisco, cofundadora del grupo de defensa Amplify Latinx, para el Panel de Nominaciones del Comité Escolar que está compuesto por padres, maestros, directores y representantes, quienes están encargados de aceptar las solicitudes y establecer una lista de candidatos para presentar ante la alcaldesa.
Sin embargo, como alcaldesa en funciones, Janey reconoció que solo puede hacer nombramientos temporales cuyos mandatos se extenderán hasta que Boston elija a su nuevo representante en las elecciones de este otoño.
El anuncio se da luego de conocerse el intercambio de mensajes entre Rivera y Oliver-Dávila durante una reunión llevada a cabo en octubre que, debido a la pandemia. tenía como objetivo retirar la prueba de admisión requerida para ingresar a algunas escuelas de la ciudad.
«Harta de los blancos de Westie», escribió Rivera en un mensaje de texto, refiriéndose al vecindario de West Roxbury, según una transcripción obtenida por The Boston Globe .
«Espera hasta que los racistas blancos comiencen a gritarnos», envió en otro momento Rivera.
«Como sea», respondió Oliver-Dávila. «Están delirando. Odio WR (West Roxbury)».
Tras la controversia, ambas se disculparon por sus comentarios. Argumentaron que habían enfrentado una avalancha de ataques personales, a veces con carga racial, por promover la equidad en el proceso de admisión.