Los mexicanos que viven en la zona fronteriza pronto podrán vacunarse contra el coronavirus tras la llegada de 1.35 millones de dosis de Johnson &Johnson donadas por Estados Unidos, dijo el presidente de México Andrés Manuel López Obrador en una sesión informativa diaria.
El cargamento, enviado desde Memphis al Aeropuerto Internacional de Toluca a través de FedEx, se utilizará para vacunar a cualquier persona de 18 años o más en los 39 municipios a lo largo de la frontera con Estados Unidos, dijo López Obrador.
El mandatario mexicano agradeció al gobierno de Biden su «gesto de solidaridad», pero agregó que serían necesarias más dosis.
«Hemos solicitado otro (cargamento) de la misma cantidad de 1.35 millones de dosis con el objetivo de vacunar a todos los que viven en la frontera», dijo López Obrador.
México está presionando para inocular a sus municipios del norte, dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, con el objetivo de reabrir la frontera, que ha estado restringida a viajes esenciales desde el año pasado, un tema que discutirá durante su reunión con el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, esta semana.
La iniciativa de vacunación ampliada de las ciudades fronterizas podría comenzar tan pronto como el miércoles, dijo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. México busca adquirir 2.5 millones de dosis más fabricadas por Pfizer y AztraZeneca entre el 15 y el 21 de junio.
Las donaciones continúan
El presidente Joe Biden prometió que Estados Unidos continuará proporcionando vacunas a los países más pobres del mundo, para frenar la pandemia de COVID-19. Dejó entrever que podría hacer otra donación sustancial de dosis de vacunas el próximo año.
Biden dijo que no quería comprometerse antes de tener planes concretos, pero agregó que Estados Unidos podría “estar en condiciones de proporcionar otros mil millones” de dosis durante los próximos dos años. El jueves anunció que había comprado 500 millones de dosis de la vacuna Pfizer para donar a países de ingresos bajos y medios.
También mencionó que los líderes del G-7 acordaron que las democracias ricas deben continuar ayudando al mundo a vacunar a la población mundial, con énfasis en la amenaza que representa el virus a medida que continúa propagándose.
Con información de The Washington Post.