Las organizaciones Third Way, The Collective PAC y Latino Victory Fund informaron este lunes 7 de junio los resultados de un reporte sobre las elecciones del 2020, en contiendas de la Cámara de Representantes y del Senado, en el que reflejan los retos y oportunidades de los demócratas.
En el estudio, conducido por Lynda Tran y Marlon Marshall, se hicieron casi 150 entrevistas, al igual que un análisis profundo sobre la información de encuestas y archivos de votantes, comerciales de televisión y de medios digitales, y otros aspectos claves de las campañas de 2020.
Durante el proceso, las organizaciones copartícipes del reporte consultaron con miembros del Congreso y personal de New Democrat Coalition, Congressional Black Caucus, Congressional Hispanic Caucus, Congressional Asian Pacific American Caucus; al igual que personal de NewDem Action Fund, CBC PAC, CHC BOLD PAC y ASPIRE PAC y un sin número de otras personas con conocimiento profundo sobre cómo se manejaron las campañas electorales.
El vicepresidente ejecutivo de Third Way, Matt Bennett, dijo que el reporte no fue un clásico “post-mortem’”, porque los demócratas lograron ganar la Casa Blanca y mantuvieron una mayoría en ambas cámaras del Congreso.
Bennett dijo que el propósito fue responder la pregunta más importante para los demócratas después del 2020: dada la gran victoria en la contienda presidencial, ¿por qué los demócratas en la Cámara y el Senado no lograron que les fuera tan bien como había sido anticipado?.
El estudio ofrece un análisis de datos sobre lo que funcionó para los demócratas y los obstáculos que encontraron. El equipo que lideró el análisis produjo un reporte extenso. Este es un resumen de los resultados principales:
-Las personas de color son votantes que necesitan ser convencidos: a pesar de un número histórico de votos, incluso donde los votantes afroamericanos fueron claves en triunfos para los demócratas en el 2020, los datos demuestran una caida en el apoyo para el partido en comparación con ciclos electorales anteriores. Igual de preocupante es la disminución entre los votantes latinos y AAPI, que causó pérdidas en contiendas claves.
-Los intentos de los republicanos de calificar a los democratas como “radicales” funcionaron, incluso con votantes claves de color: en muchos distritos en donde “defund the police” (desfinanciar la policía) o “socialismo” fue una alerta continua de los republicanos, hubo un incremento en el apoyo por parte de los votantes afroamericanos y de ascendencia asiática y de las islas del Pacifico.
-Las encuestas fueron un gran problema, aun después de los ajustes del 2016: los sondeos no lograron llegar a las personas adecuadas, especialmente votantes blancos y sin educación universitaria; y los cambios en la metodología que se hicieron después del 2016 condujeron a un panorama sobre optimista. El partido luchó en contiendas que realmente no estaban en juego.
-El COVID-19 afectó todo: la pandemia cambió el acercamiento a los votantes y las conversaciones sobre el cuidado de salud, y muchos demócratas perdieron la oportunidad de hablar sobre la necesidad de mantener el COVID-19 bajo control a través de una perspectiva económica a medida que avanzaba el ciclo electoral.
-Organización durante todo el año y colaboración entre el partido funcionó: pero las contiendas que no tuvieron el beneficio de inversiones en la infraestructura de largo plazo, como el registro de votantes, organización en persona y continua y acercamiento local, tuvieron resultado por debajo de sus posibilidades.
-Las expectativas Demócratas para el 2020 fueron demasiado altas: a pesar de que más estadounidenses salieron a votar que en cualquier otra elección en 120 años, esta extraordinaria participación y el entusiasmo por la elección presidencial ayudó a los republicanos en algunos lugares y a los demócratas en otros, contrario a las suposiciones comunes de que los votantes nuevos son principalmente progresistas.
Información de nota de prensa.