Nicole Melaku, directora ejecutiva de NPNA
La crisis del COVID-19 ha hecho estragos en comunidades inmigrantes en todo el país. Ahora que millones se han vacunado y la economía está reabriendo tenemos que asegurarnos de que los inmigrantes se recuperen al mismo ritmo que el resto del país -o incluso más rápido-, porque las pérdidas han sido tremendas.
En la Alianza Nacional de Nuevos Americanos (NPNA por sus siglas en inglés) tenemos una propuesta: ayudemos a 2 millones de residentes permanentes a hacerse ciudadanos de EE.UU. en los próximos 18 meses. La solicitud de naturalización cuesta $725; proponemos que se suspenda la tarifa, por lo menos para los trabajadores esenciales o los que ganan menos de $75.000 por año.
Nuestro nuevo informe, «Ciudadanía para una economía más fuerte: Cómo la exención de las tarifas de naturalización puede acelerar la recuperación del COVID-19 en Estados Unidos«, presenta evidencia del impacto económico de la naturalización y de la barrera en su alto costo.
El 52% de los 45 millones de inmigrantes en EEUU ya son ciudadanos, pero más de 9 millones son elegibles para naturalizarse, pero aún no lo han hecho. Varios estudios han mostrado que los inmigrantes de bajos ingresos – muchos de los que son latinos – son los que menos se hacen ciudadanos. Hay otros factores, como el idioma, pero el costo claramente es una gran barrera. Los $725 son más que el salario de una semana para alguien que gane $35.000 al año, y el 48% de los no-ciudadanos ganan menos.
El proceso no siempre ha sido tan caro. En 1985, la tarifa era solo $35, equivalente a $87 hoy, y tan recientemente como en 1970, casi dos tercios de los inmigrantes se habían hecho ciudadanos de EEUU.
Suspender la tarifa les facilitaría la naturalización a los inmigrantes que más necesitan un “empujón” para poder recuperarse de la crisis del COVID-19, y hay mucha evidencia de que la ciudadanía mejora la situación económica de toda la familia.
Por ejemplo, un estudio comparó grupos similares de inmigrantes en 21 ciudades y encontró que los naturalizados ganaban un promedio de 8,9% más que seguían como residentes permanentes. Los datos también muestran que los naturalizados tienen más altas de empleo, propiedad de vivienda y acceso a financiamiento, todo lo cual aumenta las contribuciones económicas de los inmigrantes.
La evidencia muestra que la naturalización abre nuevas oportunidades: les permite a los inmigrantes obtener más trabajos en el sector público, los hace más atractivos para los empleadores, y les permite patrocinar a familiares, incluyendo a muchos que ahora están indocumentados. También alienta a los inmigrantes a invertir en su futuro en EEUU a través de la educación, una nueva casa, negocios, etc.
Para ser verdaderamente justas, equitativas y efectivas, las estrategias de recuperación de COVID-19 deben reconocer que la pandemia ha afectado a algunas poblaciones más que a otras. Nuestro informe muestra que suspender la tarifa de naturalización puede ayudar a cerrar esas brechas. Y sería una inversión con dividendos no solo ahora, sino por décadas.