Este viernes, el presidente Joe Biden se pronunció tras la muerte del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, a quien recordó como un personaje de alto impacto mundial, alguien quien «con mucho gusto se dedicó a la gente del Reino Unido».
En un comunicado emitido durante la jornada de este 9 de abril, el mandatario señaló que «desde su servicio durante la Segunda Guerra Mundial, hasta sus 73 años junto a la Reina y toda su vida en el ojo público, el príncipe Felipe se dedicó con gusto a la gente del Reino Unido, la Commonwealth y su familia».
El demócrata agregó que «el impacto de sus décadas de servicio público devoto es evidente en las dignas causas que levantó como mecenas, en los esfuerzos ambientales que defendió, en los miembros de las Fuerzas Armadas que apoyó, en los jóvenes que inspiró, y tanto más».
Biden y la primera dama Jill aseguraron que mantendrán a la reina Isabell y su familia en sus oraciones y añadieron que el duque de Edimburgo «vivirá no solo a través de su familia, sino en todos los esfuerzos caritativos que él formó».
Se espera que el próximo mes de junio, el presidente se reúna con la reina Isabel como parte de la cumbre del G7 en el Palacio de Buckingham.
Baja
La muerte del príncipe Felipe ocurrió en el Castillo de Windsor y fue anunciada por la familia real. Recientemente había sido hospitalizado mientras se sometía a tratamiento por una infección y se recuperaba de una cirugía cardíaca.
Cuando el príncipe Felipe llegó al escenario mundial, después de la Segunda Guerra Mundial, como un apuesto pretendiente de la entonces princesa Isabel, fue visto como un vikingo alto, rubio y atlético que daría vida a la anticuada institución de la monarquía británica.
Se casaron en 1947 y, con la coronación de Isabel en 1953, la pareja llegó a encarnar un camino a seguir para una potencia mundial que se encogía y experimentaba las privaciones de la posguerra y el desmantelamiento de su imperio global. La atractiva joven reina y su apuesto esposo fueron considerados celebridades brillantes en la era de la posguerra.
El príncipe Felipe nació en la familia real griega y su ascendencia se remonta a la realeza de Dinamarca, Alemania, Rusia y Gran Bretaña. Él y Elizabeth eran primos, dos tataranietos de la reina Victoria.
Como consorte real, el príncipe Felipe había estado al lado de su esposa, en realidad dos pasos por detrás en público, como exige el protocolo, desde que ella se convirtió en reina tras la muerte de su padre en 1952.