Este sábado, el gobierno de Jair Bolsonaro restringió la publicación de datos relacionados con la pandemia del Covid-19 en Brasil, lo que llevó a la nación suramericana a ser excluida unas horas del balance presentado por la universidad John Hopkins.
El portal web del ministerio de Salud brasileño estuvo fuera del aire por aproximadamente 24 horas, retomando la divulgación parcial de los números vinculados al brote.
En su regreso, solo reveló datos del día y muertes en las últimas 24 horas, dejando por fuera el total de ambos registros desde el 26 de febrero, cuando se conoció el primer caso oficial.
El gobierno de Brasil fue criticado días atrás al presentar sus datos mucho más tarde de lo habitual, una metodología que despertó la molestia de un país que cuenta con más de 640 mil afectados por el coronavirus y más de 35 mil muertes.
A juicio de Bolsonaro, la tardanza pasó por una decisión de Ejecutivo por supuestas inconsistencias en los números.
Luiz Henrique Mandetta, exministro de Salud, dijo el sábado que la decisión de dar de baja las estadísticas totales en el país es toda “una tragedia”.
“No informar correctamente significa que el Estado puede ser más nocivo que la enfermedad”, señaló en una transmisión a través de sus redes sociales.
Gilmar Mendes, magistrado de la Corte Suprema, acompañó a Mandetta y detalló que los registros “deben estar abiertos al público, a los gestores y, por tanto, a la prensa de forma consistente y ordenada”.
A su juicio, “la manipulación de estadísticas es maniobra de régimenes totalitarios. Intentan ocultarse los números de COVID-19 para reducir el control social de las políticas de salud”.
Entretanto, la Asociación Brasileña de Prensa, expresó en un comunicado que “mientras el número de muertos y contaminados alcanza niveles récord en el país, devastando la vida de millares de brasileños, el Gobierno de Jair Bolsonaro opta por dificultar el acceso a informaciones sobre el avance del virus”.
Bolsonaro ha sido uno de los mandatarios más criticados frente a su respuesta a la pandemia, pues ha restado importancia a la misma, la cual ya coloca a Brasil como la segunda nación con la mayor cantidad de casos acumulados, solo superada por Estados Unidos, y tercera en cuanto al total acumulado de víctimas mortales, superada por Estados Unidos y Reino Unido.
