La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han implementado a nivel mundial un protocolo para el manejo, traslado y disposición final de cadáveres de víctimas de coronavirus, al cual deben ceñirse las instituciones de cada país encargadas de la Salud Pública.
En El Salvador, según el Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante el coronavirus las autoridades sanitarias y legales deben de contar con un procedimiento para el manejo de cadáveres a nivel institucional comunitario, así como de forma individual como masivo, esto según la evolución de la alerta pandémica.
En primer lugar se debe de notificar de forma inmediata a la Dirección de Vigilancia Sanitaria de muerte confirmada por laboratorio a través de resumen preliminar del caso, elsalvador.com.
En caso de muerte comunitaria iniciar la investigación de campo y remitir el informe correspondiente. Al contar con toda la documentación necesaria, será el comité nacional quien auditará, para lo cual procederá a revisar la evolución clínica y el manejo del paciente, apoyándose en resultados de laboratorio y gabinete, quienes deliberarán de acuerdo a la experticia para determinar las conclusiones y recomendaciones emitiendo un informe/acta escrito para las autoridades del Ministerio de Salud.
Se considera que los cadáveres, cuya causa de fallecimiento es un virus respiratorio con potencial pandémico, representan un riesgo de infección y por las costumbres de la población se establece que deben manejarse y transportarse en dos bolsas plásticas negras y ataúdes sellados, estos deberán ser proporcionados por los familiares del fallecido.
También el entierro de la persona debe de ser inmediato, no se permite la conservación de los cadáveres, preparación ni velación del mismo. Además, se debe colocar tapones de algodón impregnado con hipoclorito de sodio al 0.05 % (lejía) en los orificios naturales del rostro como nariz, boca y oídos. Además, cuando el cadáver esté dentro de las bolsas negras debe de tener un distintivo con signos de riesgo biológico.
¿Qué pasa si una persona contagiada con coronavirus muere en un establecimiento de salud?
El manejo de los cadáveres debe garantizar reducir los niveles de transmisión de la enfermedad, no producir contaminaciones indeseadas, debe de ser llevado por personas profesionales y capacitadas en el área que cumplan con las medidas de bioseguridad, higiene de lavado de manos, facial y uso de equipo de protección personal.
El plan contempla las siguientes acciones para reducir el riesgo sanitario en el personal de salud y funerario:
mantener íntegro el cadáver y limitar su manipulación, desinfectar pisos, paredes, insumos de limpieza y vestimenta reutilizable. También, el personal involucrado en la manipulación de un cadáver debe de usar, de acuerdo al riesgo del nivel de bioseguridad del virus el equipo de protección personal más adecuado.
Por último, queda el lavado de manos antes y después de manipular el cadáver y la colocación del mismo en un lugar ventilado.
Para realizar el entierro, el cadáver será trasladado en un vehículo del Ministerio de Salud y debe de tener custodia policial y de personal de saneamiento. El vehículo debe ser desinfectado con lejía.
Cuando muera una persona y no sea reclamado por familiares se deberá enterrar en un lugar designado por el Ministerio de Salud y anotar las características del fallecido para levantar el acta de defunción.
En El Salvador son dos personas las que han fallecido a causa del virus originado en China. El miércoles falleció un hombre de 89 años, quien según las autoridades sanitarias es el primer caso autóctono o que se contagió en el país, y el martes murió una mujer de más de 60 años quien estuvo en Estados Unidos.
Fuente: elsalvador.com.