La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador le ordenó al presidente Nayib Bukele que se “abstenga de hacer uso de la Fuerza Armada en actividades contrarias a los fines constitucionales establecidos y poner en riesgo la forma de gobierno republicano, democrático y representativo, el sistema político pluralista y de manera particular la separación de poderes”, reseña elsalvador.com.
En la resolución, el máximo tribunal constitucional de manera unánime, también le ordena “al Consejo de Ministros, del cual forma parte el Presidente de la República, el cese de los efectos de la convocatoria girada con el propósito de una sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa a efecto que se apruebe el préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica para la implementación de la Fase III del Plan Control Territorial, así como cualquier convocatoria relacionada con el tema”.
La orden de los magistrados es parte de la admisión de una demanda de inconstitucionalidad, que presentaron dos ciudadanos el sábado anterior, contra la convocatoria que hizo el Gobierno para que los diputados en sesión extraordinaria del 9 de febrero avalaran los $ 109 millones para el plan de seguridad.
Los jueces constitucionalistas también mandan al presidente a “suspender los efectos de cualquier acto o norma que sea consecuencia del acuerdo de convocatoria impugnado”, es decir, que cualquier acuerdo alcanzado por la Asamblea tras el llamado por el Consejo de Ministros, no tendrá validez.

Foto EDH / David Martínez.
Asimismo, La Sala le ordena ordena al Ministro de Defensa Nacional y al Director de la Policía Nacional Civil, “que no ejerzan funciones y actividades distintas a las que constitucionalmente y legalmente están obligados”.
Por último, los magistrados solicitaron un informe al Consejo de Ministros como autoridad demandada en el plazo de 10 días hábiles, como lo indica el artículo 7 de la Ley de Procedimientos Constitucionales.
Minutos después de la publicación de la demanda, Bukele se pronunció en Twitter y publicó: “Y vamos a luchar contra eso. Con la ayuda de Dios, del pueblo, de nuestra @FuerzaArmada y nuestra @PNCSV por más resoluciones que emitan. Sabemos que van a tratar de proteger el sistema. Estamos dispuestos a dar todo, incluso este cargo, que como la misma vida, es prestado”.
Una orden dentro de la ilegalidad
El Consejo de Ministros convocó el jueves al Congreso para el domingo 9 de febrero, lo que recibió el rechazo de los legisladores porque no había una emergencia que la justificara más que la discusión de la aprobación de los fondos.
Para presionar por el préstamo, Bukele había invocado a una “insurrección” contra la Asamblea y convocó a una concentración ciudadana para dicha fecha.
Tuit
(Comunicado) Sala de lo Constitucional admite demanda de inconstitucionalidad y emite medidas cautelares
(Inconstitucionalidad 6-2020) https://t.co/5SIOKaQx0r
(Correcciones en comunicado) pic.twitter.com/6HAx3BkcIP
— CorteSupremaSV (@CorteSupremaSV) February 10, 2020
De esa manera, en un hecho sin precedentes, usando al Ejército y a la Policía Nacional Civil (PNC), el mandatario tomó el Congreso la tarde del domingo.
Pocos fueron los diputados que acudieron al llamado del Ejecutivo, quienes terminaron retirándose al ver la presencia de soldados con armas de asalto en el Salón Azul.
Desde el salón de la plenaria, Bukele advirtió a los parlamentarios que, si en una semana no aprueban el crédito que generó el conflicto, le dará el poder al “pueblo” para que se tome la Asamblea.
La crisis entre poderes de Estado ha generado la reacción de la comunidad internacional que ha desaprobado la actuación del gobierno al militarizar el Parlamento.
La acción provocó que dos ciudadanos interpusieran el sábado una demanda de inconstitucionalidad ante la Sala, en la que pedían de forma urgente una medida cautelar para resolver la situación.

La militarización del Palacio Legislativo despertó repudio entre los legisladores, quienes se pronunciaron porque cesen las amenazas de parte de Bukele. Foto EDH/David Martínez.
Fuente: elsalvador.com.