El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, levantó el pasado lunes la restricción al suministro de asistencia a Bolivia debido a que considera el país andino, vital para los intereses de su país.
En un memorándum difundido por la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca y que fue entregado al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, Trump hizo hincapié en que la asistencia a Bolivia en el año fiscal 2020, que va desde el 1ro de octubre de 2019 hasta el 30 de septiembre del 2020, es sumamente vital para los intereses nacionales de Estados Unidos.
En el año 2017, Estados Unidos consideraba a Bolivia y Venezuela al igual que a Birmania como los países del mundo donde existía un rotundo fracaso demostrable a la hora de implementar sus obligaciones internacionales en el combate antidrogas.
El informe de Gobierno de EEUU sobre el narcotráfico en el mundo, correspondiente al año 2016, contenía las recomendaciones emitidas por el expresidente norteamericano Barack Obama, en el cual designaba a Bolivia, Venezuela y Birmania como responsables de una política fallida en el combate antidrogas en los doce meses anteriores.
Esa denominación podía conllevar sanciones, no obstante, en el caso de Bolivia, Obama no llegó a estimar que Estados Unidos tuviera en su interés nacional, continuar con la ayuda, por lo que la asistencia que Washington proporcionaba a ese país fue limitada a la humanitaria y de lucha contra el narcotráfico, que era de las mínimas ayudas que se le podían brindar a alguna nación.
La administración Trump respaldó al Gobierno interino que en la actualidad lidera en Bolivia, presidida por Jeanine Áñez, después de que el entonces presidente Evo Morales dejara el poder el pasado 10 de noviembre del 2019.
En diciembre pasado, el ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, durante una visita a Washington afirmó que estaban buscando relaciones fraternas con Estados Unidos y que esperaban todas las ayudas posibles.
Morales abandonó el poder obligado por las Fuerzas Armadas de su país, en medio de una crisis que se desató tras los comicios electorales del 20 de octubre que fueron catalogadas por los ciudadanos y parte de la comunidad internacional como elecciones fraudulentas.
Situación que generó que uno de los entes internacionales más respetados, como lo es la Organización de Estados Americanos, OEA, advirtiera que en esos comicios, en los que se impuso Morales, se habían detectado graves irregularidades.
La renuncia del mandatario fue calificada como un golpe de Estado por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos, mientras otros tantos países reconocieron al Ejecutivo interino de Áñez.
De acuerdo a esto, este domingo, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia aprobó la convocatoria a las Elecciones Generales 2020 junto al calendario que regirá las actividades previas a los comicios, la cuáles serán celebradas el próximo 3 de mayo.