Desde enero del año 2006, Evo Morales ha estado al frente de su país, algo que parece estirarse hasta el 2025 luego de que el representante del Movimiento al Socialismo apareciera este 24 de octubre con una ventaja de poco más del 10% sobre su rival electoral de los recientes comicios presidenciales, Carlos Mesa, luego de que se presentara un 99,99% de actas escrutadas.
Así, al menos de manera virtual, el mandatario seguirá en el cargo por otro periodo.
La situación en Bolivia se maneja entre fuertes protestas contra el jefe de Estado y las autoridades electorales, las cuales han visto la renuncia de varios de sus miembros en medio del caos.
Los adversos a Morales aseguran que un fraude marcó la jornada electoral, recordando lo sucedido tras el cierre de los centros de votación; luego de la fiesta electoral, y en plena fase del conteo de los votos, el órgano electoral dejó de transmitir el proceso, lo que levantó las sospechas. Mientras en un principio la diferencia entre uno y otro era corta, lo que apuntaba a una segunda vuelta, cuando se retomó el informe del escrutinio, Morales presentaba una distancia amplia sobre su contrario.
Según lo demostrado por el Órgano Electoral Plurinacional, Morales es dueño del 47,07% de los participantes, mientras que Mesa, segundo, cuenta con el 36,51% de los votos.
Esa diferencia del 10,56% dejaría atrás la opción de la segunda vuelta.
La oposición boliviana ha hecho de las calles su principal centro de protestas, con las regiones de Santa Cruz y Cochabamba como epicentros del caos y tensión.
Desde el plano internacional, la Unión Europea, así como la Organización de Estados Americanos, mostraron su apoyo a Mesa.