Tras cuatro días de protestas en contra del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, la fuerza de seguridad arremetió contra manifestantes que estaban en las cercanías de la sede del Ejecutivo exigiendo su renuncia.
Cuatro personas fueron detenidas por intentar traspasar el perímetro de seguridad y a otras cuatro las llevaron a hospitales cercanos debido a la indisposición.
De acuerdo a lo que reseña EFE, la primera carga se produjo después de que el grupo de manifestantes lanzó botellas, palos y pirotecnia contra la policía y se les advirtiera que debían desalojar el área. La fuerza de seguridad reprimió con gases lacrimógenos.
El centro del Viejo San Juan está lleno de basura, objetos, pintadas y cristales, mientras que otras partes han sido escenario de alguna que otra hoguera improvisada.