Honduras vuelve a ser noticia en los medios internacionales. Las protestas y la represión de las fuerzas de orden público en el país centroamericano se han intensificado en las últimas semanas. Entre el miércoles 19 y el viernes 21 de junio hubo tres muertos, unos 20 heridos, detenidos y pérdidas millonarias tras saqueos y daños a propiedades, reseñaron agencias de noticias.
Isis Alvarado, portavoz del Departamento Médico Legal del Ministerio Público, informó a AFP que dos de las muertes se produjeron en protestas la madrugada del jueves 20 de junio. Un día después, el viernes, se registró el fallecimiento de un joven de 17 años identificado como Noel Corea. Familiares dijeron que el suceso ocurrió cuando el menor de edad participaba en el cierre de una carretera.
Fuentes empresariales y gubernamentales reportaron incendios de vehículos, saqueos y destrucción de locales de venta de comida, electrodomésticos, alimentos y oficinas públicas. Además, esa semana se sumó un paro de transporte de carga y se rebeló un grupo de policías especiales llamados “Cobras”, de la Policía Nacional, quienes reclamaban derechos laborales al gobierno.
El presidente Juan Orlando Hernández acusa a la oposición de la violencia. Su reacción fue desplegar el Ejército con el fin de detener las manifestaciones.
Inicio de protestas
Las manifestaciones comenzaron en abril. Los protagonistas son los docentes y médicos agrupados en la Plataforma para la Defensa de la Salud y Educación, quienes rechazan dos decretos legislativos dirigidos al sector educativo y sanitario. Exigen su derogación al considerar que conllevarán a la privatización y despidos masivos.
El gobierno de Hernández, por su parte, desestimó las acusaciones y defiende que las reformas permitirán un ahorro de 300 millones de dólares. Prometió destinar esos recursos a la educación primaria, edificación de centros médicos y mejoras en servicios neonatales. Las reformas fueron aprobadas por el Ejecutivo el 2 de junio.

EFE
REPRESIÓN. Estudiantes universitarios con sus rostros cubiertos se enfrentan policías militares del Orden Público en Tegucigalpa.
El viernes 21 de junio el gobierno llegó a acuerdos con los transportistas para levantar el paro y con los agentes “Cobras”. Además, una parte de la Plataforma para la Defensa de la Salud y Educación inició conversaciones con la administración de Hernández a fin de buscar mejoras al sistema de salud. Sin embargo, el grupo completo descartó participar en el diálogo por considerarlo falso.
Mientras tanto, aún se registran focos de protestas en Honduras a los que los agentes de orden público de la policía responden con represión. Se hizo común el uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. El Ejército también vigila las principales vías de tránsito del país centroamericano.
Hernández trata de “garantizar el derecho a la libertad de locomoción, protección de propiedad privada y pública y desde luego la protección de integridad de la población”, según tuiteó.
Autoridad presidencial
La última década en Honduras se ha vivido convulsionada en el ámbito social y político. El 28 de junio de 2009 fue derrocado Manuel Zelaya, causando división y fracturas sociales en la población. Juan Orlando Hernández fue reelecto en 2017 después de modificar la Constitución, para que le permitiera optar por un segundo mandato de cuatro años.
Las elecciones fueron criticadas por la oposición y observadores internacionales, por lo cual la legitimidad de Hernández ha sido cuestionada en el ámbito nacional e internacional. De acuerdo con un reportaje de BBC Mundo, se le señala de volverse más autoritario.

EFE
TEGUCIGALPA. Miembros de la policía militar reprimen con gas lacrimógeno una manifestación estudiantil.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador, lo calificó de dictador al compararlo con el mandatario Daniel Ortega, en Nicaragua; y con Nicolás Maduro en Venezuela. Hernández fue vetado del acto de toma de posesión de su homólogo salvadoreño.
La ola de protestas en Honduras también contrastan con las manifestaciones iniciadas en abril de 2018 en Nicaragua: iniciaron en rechazo a reformas al Seguro Social nicaragüense, pero se extendieron para exigir un cambio de gobierno, aún sin éxito. En Honduras las exigencias también se ampliaron y los ciudadanos piden la renuncia de Hernández.
Enfrentamientos recientes
El lunes 24 de junio se registró una jornada de protesta violenta en Tegucigalpa, capital de Honduras. La agencia de noticias Efe reseñó que al menos cuatro estudiantes universitarios resultaron heridos tras la represión de policías militares dentro de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) reportó, por su parte, que dos agentes resultaron heridos.
Otra jornada de protestas ocurrió el martes, 25 de junio, en Tegucigalpa. Presuntos estudiantes universitarios, algunos con sus rostros cubiertos, intentaron cerrar un bulevar de la ciudad con barricadas. La policía reprimió la acción con bombas lacrimógenas y los manifestantes respondieron con piedras y otros objetos. Los locales e instituciones de la zona cerraron afectados por los gases.
Sector económico
Honduras es un país pobre y con altos índices delictivos. Muchos ciudadanos deciden migrar hacia países como Estados Unidos para huir de esa realidad. Las protestas y sus consecuencias podrían incrementar las pérdidas en el sector económico.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y las Cámaras de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (centro) y Cortés (norte) han alertado por millonarias pérdidas económicas durante los días de protestas, informó Efe. Sumado al paro de transportistas de carga pesada durante varios días, que generó desabastecimiento de combustible.
Juan Carlos Sikaffy, presidente del Cohep, solicitó a las autoridades identificar, detener y llevar ante la justicia a los responsables de los saqueos y ataques a las propiedades privadas.
El Banco Central del país centroamericano (BCH) reportó que las inversiones extranjeras directas en esa nación disminuyeron 3,7% en el primer trimestre de este año en comparación con 2018.
Honduras cierra el primer semestre de 2019 con una crisis que se podría profundizar drásticamente como ocurrió en Venezuela o Nicaragua, donde las olas de protestas han dejado decenas o cientos de muertos y graves consecuencias sociales. La sociedad civil y el gobierno tiene la tarea de acercarse con el fin de hallar soluciones sin perjuicio de ninguno. Hernández tiene en sus manos la posibilidad de marcar una diferencia o seguir un esquema represivo típico de los regímenes totalitarios.