En menos de un año, en marzo del 2020, cada hogar en Estados Unidos recibirá una invitación a participar en el Censo, buscando contar a cada persona en su lugar de residencia el 1º de abril.
Es un enorme proyecto que ocurre cada 10 años y determina la representación política de cada estado y la distribución de miles de millones de dólares en fondos federales para la educación pública, la vivienda, los programas de salud, y mucho más. Y esta vez, más que nunca, para Massachusetts es esencial que haya un recuento completo de los inmigrantes y sus familias.
Una de cada seis personas en Massachusetts nació en el extranjero – y según un análisis reciente de la Fundación de Boston, si no fuera por los inmigrantes, la población estaría disminuyendo. Ya sean dominicanos, salvadoreños, venezolanos, haitianos, chinos, o albaneses como yo, los inmigrantes le han dado nueva energía y dinamismo al estado. En Boston somos más de un cuarto de la población; en Chelsea, Malden y Everett, somos más del 40%.
Sin embargo, los inmigrantes somos difíciles de contar, por muchas razones. No todos hablamos o leemos inglés, y aún si nos mandan información en nuestro idioma, nos puede ser difícil entender lo que tenemos que hacer. Muchos inmigrantes tienen dos o tres trabajos, y pasan poco tiempo en su casa. Muchos alquilan y se mudan frecuentemente. Muchos viven en casas multi-familiares. Y aún antes de que esta administración comenzara con sus ataques contra los inmigrantes, muchos le tenían temor al gobierno, debido a sus experiencias en otros países, o porque están aquí sin documentos. Aún si la mayoría de la familia tiene status legal o ciudadanía de E.E.U.U., si uno solo está en peligro, nadie se va a tomar riesgos.
En la situación actual, el temor ha llegado a niveles extremos. Los médicos nos dicen que muchos padres no se atreven a llevar a sus hijos a la clínica. Si son víctimas de un crimen, muchos inmigrantes no se atreven a llamar a la policía. Oímos estas historias aún en ciudades “santuario” que han hecho grandes esfuerzos por hacer que todos se sientan seguros y bienvenidos. Sabiendo que el Presidente ha dicho que un Censo que no distinga entre ciudadanos y extranjeros no sirve para nada, ¿quién va a querer contestar este Censo?
Pero no podemos dejar que nos intimiden. Porque si no nos cuentan a todos en el Censo del 2020 – si dejamos que nos hagan invisibles – podríamos perder recursos importantísimos para nuestras familias.
Massachusetts recibe unos 16 mil millones de dólares en fondos federales que se distribuyen con base en el Censo. Por cada persona que no se cuente, podríamos perder casi $2.400. El Censo del 2010, bajo circunstancias mucho más favorables, se perdió a unos 20.000 niños en este estado. Con casi una cuarta parte de la población en áreas “difíciles de contar” – 1,6 millones de personas – el desafío para Massachusetts esta vez es muy serio.
Así que tenemos que trabajar todos juntos por un recuento completo. Este lunes, exactamente un año antes del Día del Censo, lanzamos la campaña #MassCounts para informar al público sobre la importancia del Censo y movilizar a líderes comunitarios en todo Massachusetts. Vamos a necesitar a personas conocidas, de confianza, en escuelas, iglesias, negocios, y grupos sin fin de lucro, para asegurarle a cada familia que pueden contestar el Censo sin temor, y ayudarles a hacerlo. La Oficina del Censo también está contratando a trabajadores en todo el estado; entre más latinos – nacidos en EE.UU. o naturalizados – que se apunten, mejor podremos alcanzar a todos nuestros vecinos.
Me siento muy orgullosa del trabajo que comenzamos esta semana. Veo este desafío como una oportunidad: para conectarnos, crear confianza, y empoderar a nuestras comunidades. Como líder del Comité de Conteo Completo de Massachusetts, estoy segura de que juntos, podemos hacer que el Censo de 2020 sea un gran éxito.
Eva A. Millona es directora ejecutiva de MIRA, la Coalición de Abogacía por los Inmigrantes y Refugiados de Massachusetts, y presidenta del Comité de Conteo Completo de Massachusetts.