La mayoría de las exhibiciones sobre Frida Kahlo se centran en su apasionante biografía, que incluye una intensa historia de dolor físico y mental y un perfil de mujer feminista y revolucionaria. Pero en esta oportunidad, el Museo de Bellas Artes de Boston ha decidido centrar su atención en la relación de Kahlo con el arte popular mexicano, y ha inaugurado una exhibición que reúne pinturas, fotografías y objetos, en exposición hasta el 16 de junio.
La curadora de la exposición, Layla Bermeo, explicó que más allá de sus ideas feministas y sus turbulentas relaciones amorosas, Frida Kahlo era conocida por su amplio conocimiento antropológico y arqueológico de México. “Coleccionó arte popular como un acto de orgullo nacional, para mostrar su conocimiento y aprecio por los artistas mexicanos”, dijo.
En esta exhibición se muestra su pasión por objetos como las cerámicas decoradas, tejidos bordados, juguetes para niños o trajes típicos, y cómo forjaron su obra y su identidad como mujer latinoamericana.
Adriana Zavala, profesora asociada de Historia del Arte en Tufts y directora del Consorcio de estudios en raza, colonialismo y diáspora, explica que esta exposición nos permite ver la enorme influencia de la historia de los años 20, 30 y 40 reflejada en el arte popular. “Al mismo tiempo podemos ver cómo Frida Kahlo interpretó esa cultura. Ella era una mujer inteligentísima, tenía una sabiduría sobre arte, filosofía, historia y religión, y eso es lo que tenemos que ver en su arte. El público va a poder apreciar a Frida Kahlo, celebrar la cultura mexicana y al mismo tiempo aprender de una manera más profunda lo inteligente que era esta mujer”, agregó.
Recomendamos a los visitantes prestar atención a estos cuatro detalles:

Photography by Peggy Tenison. Courtesy, Museum of Fine Arts, Boston
Trunk, late 19th century. Made in Olinalá, Guerrero. Lacquered and painted wood. San Antonio Museum of Art, The Nelson A. Rockefeller Mexican Folk Art Collection.
La relación del arte y la política
Después de la Revolución Mexicana, una devastadora guerra civil que culminó poco antes de 1920, muchos artistas de México comenzaron a utilizar su arte para inspirar el patriotismo, usando imágenes con las que las personas pudiesen identificarse fácilmente. Así, en 1921 se comenzó a usar el término “arte popular”, una forma de arte por el pueblo y para el pueblo. Las cerámicas, lacas y otras obras de arte popular que vemos en esta exposición, llegaron a representar un pasado compartido, idealizado y, sobretodo, muy mexicano.
“Frida Kahlo era una comunista. Para ella, para Diego Rivera y para los intelectuales radicales de la época en México, el pueblo era el fondo, la raíz de esa política, de la esperanza de que su país cambiara”, opinó la profesora Zavala. «Aunque el discurso de la exposición no tiene que ver con el comunismo de Frida Kahlo, el hecho de que apreciaban el arte popular, es indirectamente una declaración de esta ideología”.
La rival de Frida
Contemporánea con Frida Kahlo, la artista Maria Izquierdo fue la primera pintora mexicana en exhibir sus obras en Estados Unidos. En su época era incluso más famosa que la propia Kahlo y también presentó sus cuadros en Japón, Francia, India y Chile. Interesantemente, la exposición “Frida Kahlo y el Arte Popular” ofrece la oportunidad de apreciar una de las obras de Izquierdo, quien no obtuvo el reconocimiento que tanto merecía y fue rechazada por muchos artistas de su época, en parte por no querer formar parte de la élite intelectual. Durante el apogeo del movimiento muralista mexicano, tanto Kahlo como Izquierdo establecieron carreras exitosas como pintoras de caballete y crearon un trabajo que se ha convertido en una parte integral del modernismo mexicano, desafiando fuertes patrones machistas en la época. Aunque Kahlo ahora es más famosa, ambas artistas gozaron de una reputación similar durante sus vidas.

Courtesy, Museum of Fine Arts, Boston
Girl with Death Mask (She Plays Alone), 1938. Frida Kahlo (Mexican, 1907–1954). Oil on tin. Nagoya City Art Museum. 2019 Banco de México Diego Rivera Frida Kahlo Museums Trust, Mexico, D.F. / Artists Rights Society (ARS), New York.
La veneración por los juguetes
Frida Kahlo coleccionó pintorescas muñecas, marionetas de madera y animales de cerámica en miniatura, que eran también una importante representación del arte popular mexicano. En la exposición del MFA es posible apreciar la pintura “Niña con máscara de la muerte” (1938, Museo de Arte de la ciudad de Nagoya), que retrata a una niña con un vestido rosado que esconde su rostro tras máscara de esqueleto. A su lado, se puede apreciar una máscara de jaguar, del tipo que coleccionaba Kahlo. También, en la galería se expone la obra “Niña de la muñeca” de Rosa Rolanda, amiga personal de Kahlo, quien la pintó retratada como una muñeca, en clara alusión a una obra de arte popular.

Photograph © Museum of Fine Arts, Boston
Tehuana dress (top and skirt), 1930s-1940s. Made in Tehuantepec, Oaxaca. Cotton, hand-embroidered with a chain-stitch needle or crochet hook. Gift of Michael Phillips.
La ropa como símbolo de identidad
Desde pequeña, Kahlo creó una relación importante entre su cuerpo y su vestimenta, dado que vestía faldas largas para ocultar su pierna debilitada por la polio. Pero más allá de esto, con el tiempo ella convirtió su manera de vestir en una expresión de su identidad como mujer mexicana. Su armario fue un arma más con la que reivindicar su posición como artista en un mundo masculino. Su vestimenta típica era el traje de Tehuana, formado por tres partes: un huipil o blusa geométrica, una falda larga con enaguas, y un tocado floral, muchas veces complementado con pendientes y collares. En el MFA podremos admirar uno de estos vestidos, que data de la década de 1930 a 1940.