Las bebidas espumosas que empapan las victorias todavía están guardadas en el clubhouse de los Medias Rojas de Boston. Los Yanquis de Nueva York le volvieron a ganar a los patirrojos este miércoles, 10 a 1, y sigue sin llegar el banderín de la División Este de la Liga Americana a la novena de Massachusetts.
Pero entre tantas festividades pospuestas, hay una pequeña celebración en el bate de J.D. Martínez, quien se fue de 3-3 y aumentó su promedio de bateo a .331. Eso, aunado a la disminución del average de su compañero Mookie Betts a .334, lo puso muy cerca de la cima de los bateadores del nuevo circuito.
Martínez fue uno de los dos patirrojos que lograron descifrar el inspirado pitcheo de los Yanquis, que fue comandado por el dominicano Luis Severino. El otro que se vio bien fue el utility quisqueyano Eduardo Núñez, quien después de dos imparables fue sacado del juego por molestias en la rodilla derecha.
El título de los bateadores no es el único premio por el que lucha Martínez. Es el líder en carreras impulsadas de la Americana con 123 y segundo en jonrones en 41. Si logra comandar en los tres reglones ganará la Triple Corona ofensiva. También es un fuerte candidato al Jugador Más Valioso de la liga.