La política en contra de los inmigrantes estadounidenses es cada vez más contundente. Ahora, hasta los que están nacionalizados corren el riesgo de ser deportados solo porque desde los años 50 hasta los años 90, se entregaron documentos de identidad de manera ilegal. Ante eso, el mandatario nacional, duda que quienes viven en zona fronteriza, sean ciudadanos estadounidenses.
Un hombre de 40 años, militar y actual funcionario de prisiones teme ante lo que pudiera pasar con su vida. Nació en el sur de Texas, cerca de la frontera con México, fue soldado en el Ejército por tres años, cadete para la patrulla fronteriza y ahora guardia en una prisión estatal.
Aunque este hombre de 40 años ha pasado su vida prestando servicio para Estados Unidos, el presidente Donald Trump considera que pudiera ser un sospechoso y a su vez, revocarle el pasaporte. El oficial comentó a The Washington Post que al momento de presentar la solicitud para renovar el documento, lo negaron.
Tras ese escenario, el Departamento de Estado de EE.UU. envió una carta para informarle que no creen que sea un ciudadano norteamericano aunque exista un certificado de nacimiento legal.
«He servido a mi país. He luchado por mi país», dice el hombre de 40 años, quien pudiera ser deportado.
