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El estado de Massachusetts podría prohibir las bolsas plásticas

El jueves pasado, el Comité de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Agricultura de la legislatura estatal aprobó un proyecto de ley que prohibiría la distribución gratuita de bolsas plásticas desechables en todo el estado de Massachusetts.

Recordamos que el Concejo Municipal de Boston ya aprobó una ordenanza de este tipo a finales del año pasado, y el alcalde Walsh firmó una ley que entra en efecto a partir del 1 de enero de 2019. Asímismo, existen prohibiciones similares en otras ciudades y pueblos del estado, como Cambride y Brookline, por ejemplo. Nantucket exige que los envases de las tiendas sean biodegradables y Northampton prohibió las bolsas de plástico muy delgadas. Sin embargo, no existe un criterio unificado para todo el estado.

El Comité votó 13-1 para dar al proyecto de ley redactado nuevamente (H 2121) un informe favorable. El senador Ryan Fattman, republicano de Webster, votó en contra del proyecto de ley, y el representante Donald Berthiaume Jr. se reservó sus derechos y se negó a votar.

Las bolsas de papel que no están hechas de materiales reciclados también estarían prohibidas según el proyecto de ley, que ordena al Departamento de Protección Ambiental redactar reglamentos específicos para hacer cumplir la política.

A partir de los años 70 se extendió mucho el uso de este tipo de bolsas plásticas, especialmente gracias a su distribución gratuita en supermercados y otras tiendas, y su bajo costo de fabricación. No obstante, este tipo de bolsas presentan dos problemas principales relacionados con el medio ambiente: En primer lugar, su manufactura requiere el uso de recursos no renovables, tales como el petróleo, gas y carbón. En segundo lugar, su disposición inadecuada en los sistemas de relleno sanitario, vertederos clandestinos y cuerpos de agua crea un impacto muy negativo. La mayoría de estas bolsas no son reusadas o recicladas y acaban dispersas en nuestras quebradas y ríos, hasta llegar al mar. El material hecho a base de plástico tarda en descomponerse de 100 a 500 años, y sus componentes son tóxicos que pueden contaminar el planeta.

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