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Cinco claves para entender las elecciones de Venezuela hoy

Venezuela elige este domingo a los diputados de la Asamblea Nacional, que por primera vez en 16 años podría quedar en manos de la oposición, lo que supondría una situación insólita para el chavismo apenas dos años después de la muerte de su fundador y, en concreto, para el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Estas son las claves de las elecciones legislativas y los posibles escenarios que se presentan en Venezuela.

1-La oposición lidera los sondeos

Casi 20 millones de venezolanos están convocados a elegir a los 167 diputados de la Asamblea Nacional, la cámara única del Parlamento venezolano, para los próximos cinco años. Los sondeos apuntan a que, por primera vez, la oposición agrupada en torno a la Mesa de la Unidad Democrática está en disposición de vencer al Gran Polo Patriótico Simón Bolívar, la coalición oficialista que lidera el Partido Socialista Unido de Venezuela, el partido de Maduro.

Las encuestas conceden a la oposición una ventaja que oscila entre 14 y 35 puntos sobre el oficialismo, en función de los diferentes sondeos, aunque habrá que comprobar cómo se traduce en escaños, dado el complejo sistema de escrutinio: hay 87 circunscripciones en las que se elige de uno a tres diputados mediante un sistema mixto (que exige al votante marcar en el voto hasta cuatro opciones entre candidatos y listas), además de una circunscripción específica para garantizar la representación indígena.

2-Los poderes que otorgan una mayoría simple o una cualificada

El reparto final de escaños en la Asamblea Nacional es incierto, aunque decisivo para la evolución de la política venezolana. El abogado constitucionalista Hermánn Escarrá, que participó en la elaboración de la Constitución de Venezuela, explica a Efe que «el legislativo es un poder especialísimo de la democracia», por los controles que impone en un sistema inclinado hacia el presidencialismo.

La opción más probable es que la oposición logre mayoría simple, es decir, más de 84 escaños pero sin llegar a los cien, lo que ya supondría un cambio muy relevante: «En Venezuela no se interpela a un ministro desde hace diez años», recalca Eugenio Martínez.

Con mayoría simple, la oposición podría designar a la junta directiva de la cámara, autorizar al Tribunal Supremo que se abra juicio al presidente del país y proponer una moción de censura contra el vicepresidente ejecutivo y los ministros, así como designar a magistrados del Supremo, al fiscal general y al contralor (el presidente de la institución que fiscaliza el presupuesto). También permitiría la aprobación de una ley de amnistía para los opositores presos, como el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, condenado a 14 años de cárcel, y el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que permanece en arresto domiciliario.

Una segunda opción sería que la oposición lograra una mayoría cualificada de tres quintos, es decir, entre 100 y 110 escaños, lo que le permitiría aprobar una moción de censura para destituir al vicepresidente o a los ministros. Si consiguiera una mayoría de dos tercios, más de 111 diputados, podría iniciar una reforma constitucional y someter a referéndum los proyectos de ley y los tratados internacionales.

3-La campaña: polarización y violencia

Dado que escaño es vital, la campaña de estas elecciones legislativas ha polarizado enormemente a ambos bandos. El chavismo agita el miedo a que una derrota del oficialismo acabe con las subvenciones de los programas sociales y enarbola el recuerdo del fallecido Hugo Chávez. «Estamos obligados a nombrar a Chávez mañana, tarde y noche», comentaba el presidente de la Asamblea Nacional y candidato a la reelección, Diosdado Cabello.

La oposición acusa al Gobierno de controlar la gran mayoría de los medios de comunicación y ha centrado su campaña en las redes sociales y en lo que denomina «el voto casa por casa». En cualquier caso, el final de la campaña ha estado marcado por la violencia, tras la muerte a tiros de un candidato de la Meso de la Unidad Democrática en un mitin: la oposición ha insinuado que al ataque fue obra de simpatizantes chavistas mientras el Gobierno lo achaca a un ajuste de cuentas entre criminales.

4-Los movimientos políticos después de las elecciones

Si se cumple lo que pronostican los sondeos y vence la oposición, Venezuela entrará en una fase de enorme incertidumbre política. Para empezar, existen dudas sobre la capacidad de Mesa de la Unidad Democrática para mantenerse coaligada. «Es una coalición muy amplia, abarca un amplio espectro desde la izquierda hasta la derecha», explica Eugenio Martínez, que recalca: «Es una coalición no política, sino electoral; está diseñada para ganar el poder, pero no para gobernar».

Igual de relevante será la reacción del chavismo y como interiorizará la posible derrota. «El Gobierno ha tomado una serie de medidas que muestran que se prepara para perder la Asamblea Nacional», indica a AFP un experto de la Oficina de Washington sobre América Latina, David Smilde, que pone como ejemplo la reciente renovación de magistrados en el Tribunal Supremo.

5-La economía, el factor diferencial del voto

Si algún factor va a condicionar el voto de los venezolanos, será la situación económica del país, que sufre gravemente la caída del precio del petróleo, su principal producto de exportación hasta el punto de proporcionar casi el 95% de los ingresos del país.

La deficiencias del tejido productivo -Venezuela se ve obligada a importar la mayoría de los productos básicos que consume- y el descenso brusco de los ingresos, que ha reducido los dólares disponibles para importar bienes, han provocado una pertinaz escasez en los mercados venezolanos: la gente solo puede comprar productos básicos, como el arroz o la harina, en días concretos y en cantidades limitadas.

Eso provoca el florecimiento de un enorme mercado negro, de dólares y de bienes, además del empobrecimiento generalizado de una población que sigue cobrando su sueldo en los depauperados bolívares.

Maduro achaca la situación a lo que denomina la «guerra económica», una conspiración de la oposición con ayuda de empresarios y de Estados Unidos, pero los controles de precios impuestos no logran reconducir la situación. Según el FMI, la inflación será del 159,1% este año y del 204,1% en 2016, mientras que el PIB, que cayó un 4% en 2014, bajará el 10% en 2015 y otro 6% en 2016. El desempleo subirá, según esas estimaciones, un 14% este año y un 18,1% el que viene.

RTVE

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