De acuerdo a un reporte hecho por el Boston Business Journal, los científicos del Koch Institute for Integrative Cancer Research han desarrollado un pequeño sensor que se puede ser implantado en tumores cancerígenos en el momento de la biopsia. Estos sensores envían la data adquirida a una fuente externa permitiendo a los profesionales de la medicina ajustar y monitorear las terapias de acuerdo a los resultados mostrados por el implante.
“La finalidad de esta metodología es facilitar y agilizar el análisis de nuestros tratamientos para asegurarnos de que nos estamos moviendo en la dirección adecuada”, dijo Michael Cima, profesor de MIT e investigador del Koch Institute.
Esta tecnología ha sido probada en roedores y el siguiente paso es dejar los implantes por más tiempo. Este sensor también seria utilizado para medir el oxígeno y Ph en las ciencias de conservación ambiental.
