El martes 3 de febrero a las seis de la tarde todas las campanas de las iglesias católicas repicaron como muestra de júbilo por la declaración de «mártir» que hizo el papa Francisco a monseñor Óscar Arnulfo Romero.
El papa decretó que Romero, el arzobispo de San Salvador, fue asesinado por odio a la fe y aprobó una declaración de martirologio que allana el camino a la beatificación.
Representantes de la iglesia católica anunciaron que la beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero se realizará en El Salvador.
Aún no hay una fecha específica para la el acto, sin embargo, el lugar exacto sería la Plaza Salvador del Mundo, en San Salvador.
Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, manifestó que por la condición del reconocimiento del martirio, no es necesario que se presenten pruebas de milagros para la beatificación.
El Arzobispado de San Salvador anunció que celebraran una misa de acción de gracias por el reconocimiento del martirio, el cual llevaba varios años en discusión dentro del Vaticano.
Monseñor Rafael Urrutia aseguró que seguirán de cerca las gestiones para que el Papa Francisco esté presente en tierras salvadoreñas para el acto. También expresó que es momento de despolitizar la figura de Romero.