El esquinero de los Seattle Seahawks, Richard Sherman, duda que la NFL castigue a los New England Patriots por el escándalo de los balones desinflados.
Bajo la óptica de Sherman, la liga está más preocupada en que su compañero Marshaw Lynch hable con la prensa, que por llegar al fondo de la investigación contra los Patriots.
De los 11 balones que los Patriots utilizaron en el partido de campeonato de la Conferencia Americana tenían menos presión de aire que la reglamentada por la liga, evidenció la NFL esta semana.
«¿Qué si serán castigados? Probablemente no», dijo Sherman. «No mientras Robert Kraft (dueño de los Patriots) y Roger Goodell (comisionado de la NFL) sigan tomándose fotos en sus respectivas casas».
«Apenas la semana pasada (Goodell) estuvo en casa de Kraft, antes del Juego de Campeonato de la Conferencia Americana», agregó. «Eso habla de conflicto de intereses».
Sherman fue el único que habló directo sobre el escándalo de los balones, entre los seis jugadores de los Seahawks que estuvieron disponibles al llegar a su hotel de concentración este domingo.
El esquinero dijo que la liga debería estar más preocupada por establecer con claridad el asunto, que por amenazar al corredor principal de su equipo si evita a la prensa o por estar pendiente del tipo de zapatos que usa.
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