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Supermercado Stop & Compare: La experiencia de comprar con sabor latino

Si nos preguntamos qué es importante tomar en cuenta a la hora de escoger un supermercado para comprar nuestros víveres, probablemente se nos vienen a la mente las típicas cosas: precios accesibles, calidad y variedad de productos, buen servicio al cliente y ubicación conveniente. Pero nosotros los latinos también valoramos otras variables: poder recibir atención en español y comprar los productos que nos recuerdan a nuestra tierra. En pocas palabras: sentir el calor del hogar.

Esto ha sido el punto clave del éxito de la cadena de tiendas Stop & Compare, fundada por emigrantes cubanos en Massachusetts. Allí no solo es posible comunicarse en español con todos los empleados, sino también se puede escuchar música latina mientras se compran delicias como queso blanco, arepas, pan casero o una torta Tres Leches.

Tuvimos la oportunidad de conversar con Alberto Calvo, presidente y cofundador de Stop & Compare, quien nos contó sobre la historia de su negocio.

“Estamos a penas a 1 milla del Market Basket de Chelsea, que es la sucursal más grande de toda la cadena, y aun así tenemos nuestra fiel clientela que crece cada año, porque ofrecemos algo que ellos no tienen: sabor latino”. Además pueden preguntar, sugerir y hasta quejarse con un supervisor en español, pues el Manager es colombiano, agrega. “Somos una empresa muy diversa. Tenemos empleados de 12 nacionalidades entre las cuales hay colombianos, hondureños, caboverdianos, puertorriqueños e incluso españoles, explica”.

Alberto llegó a Boston hace más de 50 años. Tuvo la oportunidad de estudiar ingeniería industrial en Northeastern University y especializarse en dirección de operaciones en el prestigioso instituto MIT. Entretanto, su esposa Betty se dedicaba a distribuir productos latinoamericanos a bodegas, abastos y supermercados junto a una pareja de socios: Tomás y Carmen Domínguez. Un buen día, en el año 1996, se les presentó la oportunidad de comprar un local en Chelsea, donde un italiano tenía un supermercado, y lo estaba vendiendo porque no le iba muy bien y no estaba adaptado a la comunidad de la zona. Así que los cuatro socios hicieron la inversión, y así comenzó la historia de Stop & Compare.

“En aquél entonces teníamos solo unos 20 empleados. Hoy en día tenemos 120”, indica Calvo. A partir de allí pudo abrir dos tiendas más: una en Lynn y otra en Providence, Rhode Island, y entre sus planes futuros está el abrir más tiendas.

“Hemos tenido una aceptación increíble del pueblo hispano”, asegura, “Recibimos a 9.000 personas a la semana, y cuando hubo la crisis de Market Basket subieron las visitas a 12.000”.

Le preguntamos cuál es el secreto de su éxito, y nos comentó: “Todo comienza con un buen personal. Esa es la esencia de todo”. Pero también reconoció que hay otras cosas importantes, como evaluar bien los números, ofrecer calidad de servicio y variedad de productos.

Labor comunitaria

Alberto Calvo es un enamorado de Chelsea, y tiene también una vena comunitaria. Está muy involucrado en la Cámara de Comercio de Chelsea, y con un proyecto llamado “The Neighborhood Developers”, dedicado a incrementar el bien económico de la ciudad. También ha trabajado en conjunto con el City Manager Jay Ash para desarrollar una sección de Chelsea que necesita ayuda.

Alberto cree profundamente en la educación y el desarrollo profesional de los empleados, y recientemente su empresa recibió una donación de fondos del gobierno para entrenar a los empleados en atención al cliente en inglés.

“Les recomiendo a todos los latinos de este país que estudien. Aquí hay muchas oportunidades de hacerlo. Hay becas, préstamos, se puede estudiar de noche…el estudio es la llave que abre la puerta del éxito”, opina.

Proveedores locales

Si hay algo que destaca en el supermercado Stop & Compare es la gran variedad de productos latinos que ofrecen. Quesos blancos, cachapas, arepas, pan casero, helados de paleta…la lista es enorme. “Tenemos un sinfín de abastecedores pequeños que son locales”, explica.

De hecho, Alberto nos contó que su primer proveedor fue un colombiano que en 1996 le dejó 12 quesos blancos para probar si se vendían bien. Hoy en día, este hombre es todo un empresario que tiene una marca llamada “La vaquita”, y que le deja semanalmente 600 quesos a Stop & Compare.

Recomendaciones de Alberto Calvo para abrir un negocio:

1)  Hacer bien el estudio y la evaluación del negocio. ¿Es factible? ¿Cubre una necesidad? ¿La zona es conveniente?

2)  Hacer un buen plan de negocios donde se definan objetivos a corto y largo plazo, de proyecten costos y se evalúen ventajas y amenazas.

3)  Evaluar bien los números y qué es lo que hace que el negocio sea exitoso.

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