Se va Deval Patrick y Massachusetts debe escoger un nuevo gobernador en las elecciones del próximo noviembre. En efecto, luego servir dos periodos desde 2006 -en una gestión de ocho años catalogada por algunos como muy exitosa- el carismático gobernador ha decidido no volverse a lanzar. Esto ha representado un dolor de cabeza para los demócratas mientras que para los republicanos el retiro de Patrick a la actividad privada significa una enorme oportunidad. Sin Patrick en el escenario político, se avizoran unas reñidas elecciones el próximo noviembre.
Si el gobernador se hubiese lanzado a un tercer periodo hubiese ganado. De acuerdo a diferentes encuestas al final de su mandato el gobernador disfruta de más de un 55 por ciento de aprobación en su gestión con un rechazo de apenas el 30 por ciento. Pero Deval Patrick se va y el grupo de demócratas y republicanos que compiten para sustituirlo se enfrentarán en unas elecciones primarias el próximo martes 9 de Septiembre. ¿Qué significa esto?
En su discurso de despedida durante la última convención de su partido en el estado de Massachusetts el actual gobernador se expresó sobre su popularidad con su acostumbrada elocuencia: “Estamos liderando hoy no porque le hayamos servido a los poderosos, no porque hayamos sacamos el dedo para sentir hacia donde sopla el viento político ni tampoco porque hayamos evadido los temas más espinosos, sino porque nos mantuvimos firmes en nuestras convicciones y gobernamos para las próximas generaciones.”
Es conocido por todos que su visión de futuro es lo que ha marcado la gestión Patrick durante 8 años. Y es que más allá de su indiscutible carisma, este gobernador le ha ofrecido a su estado una atractiva narrativa de progreso y mas aun: la ha cumplido. Se propuso crear nuevos centros de investigación y desarrollo tecnológico y logró convertir a Boston y sus alrededores en el nuevo Silicon Valley de la Costa Este de los Estados Unidos. Igualmente mantuvo su promesa de desarrollar nuevas fuentes de energía verde; y propició una política de apertura, inclusión y tolerancia junto con el Alcalde Menino para garantizar prosperidad para Massachusetts.
Ninguno de sus posibles sucesores -ni demócratas ni republicanos- ha podido responder el reto de resumir un mensaje similar que ofrezca una visión alternativa a la de Patrick. Por ello todos carecen de un discurso claro para definir en qué se diferenciarían de él. Más bien, y sobre todo en el caso de los demócratas, los precandidatos parecieran justificar que la única razón por la cual están compitiendo es porque Patrick decidió salirse de la contienda.
El problema que enfrentan los precandidatos a la gobernación es el que tiene todo político que aspira a sustituir a otro cuya gestión ha sido exitosa. Como no lo pueden criticar porque prefieren heredar parte de su popularidad, terminan prometiendo seguir su mismo rumbo mientras que las críticas a su gestión suenan más a anécdotas y críticas puntuales que a ofertas de visiones alternativas. Esa es la trampa en la que han caído los precandidatos Don Berwick, Martha Coakley y Steve Grossman. El debate de esta semana fue un ejemplo de ello. Mientras Coakley -quien va punteando las encuestas de las primarias demócratas- recibía criticas de Berwick y Grossman por haber perdido en las elecciones senatoriales en el 2010 frente a Scott Brown, los tres criticaban a Patrick por temas de mala gerencia. En ese sentido destacaron los problemas en el proceso del otorgamiento de licencias para marihuana medicinal y el trágico escándalo del Departamento de Niños y Familia donde funcionarios perdieron al niño de 5 años Jeremiah Oliver para luego encontrarlo muerto varios meses después. Los precandidatos republicanos Charlie Baker y Mark Fisher también conscientes de estos escándalos han centrado sus críticas en eventos similares como los del Departamento de Salud siendo el más destacado el del Laboratorio de Suffolk donde la químico Annie Dookhan fue encontrada culpable de alterar evidencia en casos de tráfico de drogas.
Según las encuestas pareciera que el electorado puede ser convencido de que un nuevo gobernador podría ofrecer una mejor gerencia que Patrick, pero no existe evidencia de que votarían por un rumbo distinto al impuesto por el actual gobernador. Si esto es cierto, el candidato con más chance de ganar sería aquel que mantenga los grandes proyectos de la administración pasada pero con una mejor capacidad para gerenciarlos de manera más eficiente y transparente. ¿Quién será?
Si revisamos la campaña que ha seguido el precandidato republicano Charlie Baker, encontramos que intenta ofrecer exactamente esta combinación y por ello va punteando en las encuestas para el próximo martes y pisándole los talones a la precandidata demócrata Martha Coakley. Quizás Baker haya aprendido a articular ese mensaje de eficiencia y dirección como resultado de su variada experiencia profesional tanto en el sector público como en el ámbito privado. Luego de participar en dos gabinetes en la gobernación de Massachusetts, el primero como Secretario de Salud y Recursos Humanos en 1992 y luego Secretario de Finanzas en 1997, Baker se fue al sector privado donde entre otras responsabilidades fue durante 10 años CEO de Harvard Pilgrim Health. La pregunta obvia en este sentido es: ¿podrá un candidato republicano ganarle a la sombra de Patrick sin presentar un plan alternativo? No se sabe.
Lo que si sabemos es que los habitantes de Massachusetts tenemos la gran responsabilidad el próximo martes 9 de Septiembre de escoger los candidatos del partido demócrata y republicano quienes se disputarán la gobernación en las elecciones de Noviembre. Recuerden que también todos aquellos que estén inscritos como independientes pueden votar. Los candidatos independientes Evan Falchuk, Scott Lively y Jeff McCormick por razones obvias no se verán sometidos a un proceso de primarias y pasan directamente a participar en la contienda de Noviembre.
A votar el martes y no se pierdan nuestros comentarios de la próxima semana.