Los primeros 100 días de un funcionario electo para un cargo en la administración pública marcan uno de los hitos más importantes para proyectar confianza en su futuro desempeño. De hecho, eso lo hacen prácticamente todos los equipos de gobierno de cualquier candidato aspirante a una posición pública vía elecciones en muchas partes del mundo.
Pero eso no ha sido siempre así. Su origen está inspirado en la decisión de Franklin D. Roosvelt (FDR) quien, durante los más graves momentos de la Gran Depresión, decidió empujar 15 leyes en los primeros 100 días de su gobierno para reestructurar los mercados financieros y sacar a Estados Unidos de la debacle económica… y le funcionó.
Por eso cuando el alcalde Martin Walsh , como muchos presidentes, gobernadores, alcaldes y concejales del mundo después de ganar las elecciones, no solo desarrolló un plan para hacer propuestas durante esos cien días sino que le pidió a su equipo para que organizaran un evento público y así rendir cuenta de su obra y sus proyectos el día en cual se cumplieran.
Pero como los planes en política siempre están sujetos a complejas realidades, la primera sorpresa que se llevo el alcalde Walsh fue descubrir que el 15 de Abril, (sus cien días en City Hall) coincidía con el primer aniversario del atentado terrorista del maratón de Boston. Es decir, tenía que cambiar sus planes inmediatamente para que su discurso de los 100 días fuese más bien el discurso del día 101 y eso fue lo que hizo el miércoles 16 de abril. Muchos consideraron esta coincidencia premonitoria de los duros días que habría que enfrentar.
Lo cierto es que muy pocas cosas han salido como las esperaba Walsh, quien ha tenido que desafiar una crisis tras otra desde su arribo a la Alcaldía. Por ejemplo, le ha tocado gerenciar la ciudad durante uno de los inviernos más duros de la historia y también dos grandes tormentas de nieve que pusieron a prueba su capacidad de reacción ante la adversidad. En marzo tuvo que participar en los tristes honores que se le rindieran al entierro de dos bomberos que perdieron sus vidas mientras cumplían con su deber y luchaban por apagar el feroz fuego que convirtió en escombros un edificio en Back Bay mientras el mal tiempo provocaba vientos de sesenta millas por hora.
Pero el alcalde no solo tuvo que enfrentar crisis relacionadas con el clima sino también con el crimen. Luego de años de mejora en las estadísticas de asesinatos en la ciudad, Walsh tenía planeado lanzar su popular campaña de prevención del crimen solo para encontrase con un inesperado incremento en la tasa de homicidios. Esto lo obligó -a pesar de que no estaba en sus planes- a relanzar el controversial programa destinado a la recompra de armas por parte del gobierno.
En otro orden de acontecimientos, el día de San Patricio fracasó en su intento de promover un acuerdo para permitir que participaran abiertamente representantes del movimiento gay en el popular desfile de ese día en Boston, a pesar de haber invertido mucho capital político en esta negociación.
Según opinión ofrecida al Boston Globe por el ex concejal John Tobin, “probablemente Marty tuvo que tomar más decisiones en sus primeras semanas como alcalde que las que tuvo que enfrentar en sus 16 años como legislador, y no lo digo por minimizar su excelente trabajo como legislador”.
Lo que nadie puede negar es que en sus primeros 101 de gobierno el alcalde Walsh ha demostrado que en su administración los colores de la ciudad: blancos, latinos y afroamericanos estarán representados en posiciones importantes de su gobierno.
Desde El Planeta, le deseamos mucha suerte y mucho éxito para que sus planes se conviertan en realidad.